En Qatar 2022 algo se rompió entre la afición mexicana y la Selección Nacional. No superar la fase de grupos en un Mundial por primera vez en 44 años provocó un ruptura masiva. Procesos fallidos y una cadena de fracasos han hecho que la fanaticada pierda interés por el combinado nacional que esta semana volverá a territorio mexicano, a Puebla y Jalisco.
El sábado 12 de octubre la Selección Mexicana enfrenta en el estadio Cuauhtémoc al Valencia FC con el reto de convencer a una fanaticada que todo parece indicar, los abandonará en la Angelópolis. No hay interés. “Ya no es tan llamativo porque los entrenadores hacen lo que quieren. Nunca escuchan a la afición. Pierdes el amor porque no hay resultados ni estructura, no ves espíritu, tan sólo ve lo que pasó el mundial pasado", dijo un aficionado a EL UNIVERSAL Deportes.
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En la última Fecha FIFA, en la presentación del Vasco como entrenador, la afición los abandonó en Estados Unidos. En el Rose Bowl, vs Nueva Zelanda, fueron apenas 15 mil 271 seguidores; para el compromiso contra Canadá, en el AT&T Stadium asistieron 32 mil 623, menos de la mitad del palacio de cristal. “Estamos en un mundo donde todo lo exitoso se vuelve comercial y desgraciadamente el futbol pasa por esto. El futbol debería considerarse un derecho cultural de acceso, al menos los partidos de la Selección espero que nunca se transmitan por programación de paga”, declaró el escritor Juan Villoro a EL UNIVERSAL.
El futbol mexicano vive una crisis de resultados e identidad que se ha visto reflejado en diversos puntos. Uno de ellos, la asistencia.