Iván Terrazas tuvo el privilegio de atestiguar, como aficionado, los mejores momentos de la rivalidad entre Diablos Rojos y Tigres en la Ciudad de México. Años más tarde, ya como pelotero, pudo protagonizar una nueva etapa de la anteriormente llamada Guerra Civil.
El excapitán de la Pandilla Escarlata es voz autorizada para asegurar que la fanaticada felina y el odio deportivo por los Pingos están en peligro de extinción. “Poco a poco, la porra de Tigres en la Ciudad de México se ha ido acabando, ha disminuido”, aseguró Terrazas, en entrevista exclusiva con EL UNIVERSAL Deportes.
Desde su salida de la capital, en 2001, los Tigres han tenido a Puebla y Cancún como sus hogares. Los más de mil 600 kilómetros que ahora separan a la organización de aquellos quienes alguna vez fueron sus fanáticos han provocado que la rivalidad carezca de la intensidad que vivió.
“Muchos de los peloteros que juegan para Diablos o Tigres no tienen idea de lo que representa una serie como esta. A veces, no le dan tanto ese valor o ese interés”, señaló Terrazas, quien también responsabilizó al público. “Hay demasiada afición nueva y muchos de ellos no saben lo que representa una serie entre Diablos y Tigres. Para los que la vivimos, la conocemos y sabemos lo que es, sí nos llena de emoción”.
Para el coordinador deportivo de los Pingos, la solución está en sus manos, como organizaciones. Es labor tanto de Diablos como de Tigres mantener encendida la rivalidad.