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México siempre estuvo presente en la vida de la gladiadora chilena La Catalina, una de las figuras femeniles del Consejo Mundial de Lucha Libre, quien tras convertirse en la primera luchadora enmascarada en WWE, vivió momentos complicados en la compañía estadounidense.
Rechazo que la llevó a la melancolía, y críticas a su físico la hicieron perder la pasión y volver a su país, encontrando en esos momentos de crisis en tierras mexicanas el cariño y arropo de los fanáticos, que la motivaron para volver a subirse a un ring.
“Después de la etapa en Estados Unidos pensé en volver a estudiar medicina, quería una vida alejada de la lucha. Mi papá me mandó a México, siempre supo que era mi lugar; inicié en una función en Ecatepec y allí me lanzaron flores, dinero y más cosas, lo que me hizo volver a enamorarme del deporte”, compartió en entrevista con EL UNIVERSAL Deportes.
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La Diva del Ring, como es conocida, buscó la forma de sumarse a las filas del CMLL, con el respaldo de los consejos de la esteta canadiense Sarah Stock, quien luchó en México bajo el nombre de Dark Angel.
“Iba a firmar con otra empresa, pero conversé con Sarah Stock, me dijo que viniera a tocar la puerta al CMLL. Quería ser luchadora profesional, dejar a un lado el show de Estados Unidos y me contrataron de inmediato, al mes debuté en la Arena México”.
La Catalina no dudó en agradecer a México por las oportunidades recibidas y permitirle cumplir su sueño.
“México es especial, estoy enamorada de todo lo que encuentro en el país. Nací en Chile, pero creo que realmente debí nacer aquí. Mi familia me dice que no voy a volver a Chile, la gente es cariñosa, amo su música... Además los mexicanos nacemos donde se nos da la gana”, finalizó.
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