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Mucho se ha hablado de que el futbol mexicano, la Primera División, está invadida por entrenadores extranjeros y es verdad, cuando de 18 plazas, 15 son de gente que viene fuera, es más que obvio.
Pero cuidado, que la invasión va más allá de la Liga MX, “ahora ya están llegando técnicos a encargarse de las fuerzas básicas de los equipos mexicanos, y parece que no nos damos cuenta de eso”, menciona Rodolfo Navarro, presidente de la Asociación Mexicana de Directores Técnicos y Entrenadores de Futbol AC.
“Ahora ya se están metiendo en los equipos formativos y eso no es válido, el directivo ya agarró ese camión de traer a cualquiera de fuera y decir que es mejor que el mexicano”, agrega el Fati.
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Es claro, “cualquiera puede venir a dirigir en México. En estos momentos los españoles están tomando mucho protagonismo y la realidad es que no dan los resultados esperados”.
Frente la nula reacción de la Federación Mexicana de Futbol ante esto, la Asociación ha puesto algunas iniciativas en la mesa para que los clubes sean mucho más selectivos a la hora de contratar: “Nosotros hemos propuestos que se refuercen los candados. Ahora han llegado muchos más técnicos españoles, tanto arriba como abajo y a ellos no se les puede impedir nada, ya que llegan con la licencia UEFA, que se supone es la mejor”.
Pero hay entrenadores que vienen de Sudamérica y no hay antecedentes de que tengan los suficientes conocimientos para tomar las riendas de un equipo de la Primera División: “Se supone que deben contar con licencia ‘A’, pero no es lo mismo venir de una liga competitiva como la de Brasil, que la de Bolivia o Venezuela”.
Lo que la Asociación ha pedido, o sugerido como candados es lo siguiente: Libre paso a los que tengan licencia UEFA, pero, “los que vengan de ligas como Argentina o Brasil, que —además de la licencia— comprueben que tienen por lo menos 100 partidos dirigidos en Primera División, y para los que vienen de Paraguay, Venezuela o Bolivia, Ligas que pueden ser consideradas como de segunda categoría, que por lo menos tengan 150 juegos comprobables”.
Esto tiene como fin: “Que no cualquiera venga a quitarle el lugar a un técnico mexicano que se ha pasado años estudiando a la espera de una oportunidad en todos los sentidos”.
