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Con tan sólo 17 años de edad, María Guadalupe Navarro Hernández compitió en sus primeros Paralímpicos y alcanzar un octavo lugar en el lanzamiento de jabalina en París 2024 le resulta gratificante, porque “nunca pensé estar en unos Juegos”. La razón de este peculiar pensamiento son las innumerables dificultades que enfrenta para trasladarse a sus entrenamientos.
La originaria de Tepatitlán de Morelos, Jalisco, compartió con EL UNIVERSAL Deportes que la falta de inclusión en su región resulta un gran reto para todos aquellos que están en una situación parecida a la suya, sobre todo si dedican su vida al alto rendimiento.
“Batallo muchísimo la parte del transporte. El camino no está bien [para ir en silla de ruedas]... Se batalla. Pido taxis por aplicación, pero no quieren venir. El transporte público no está adaptado o la gente no es incluyente”, comentó Lupita.
Desde su perspectiva, en México “falta más inclusión con la gente que tiene alguna discapacidad; no sólo en el deporte, en todo, falta que haya más facilidades”.
Navarro detalló que, pese a estar a 20 minutos de su sede de preparación, este tiempo se alarga mientras encuentra la forma de trasladarse. Aunque ha planteado recibir el apoyo del municipio, no se ha concretado, por lo que no deja de sufrir para acudir al sitio donde practica su disciplina.
“Se ha pedido, pero así como tal que haya transporte para que vengan y me recojan, no se ha podido... Por cuestiones de choferes o no sé, pero no se ha podido arreglar eso. Lo hemos hecho por mis propios medios y no nos vamos a detener”, subrayó la paratleta.
La ambición de Guadalupe fue mayor que esta adversidad y es muy consciente de este factor.
“Para estar en el alto rendimiento como atleta paralímpico, debes superar todo para llegar. Si quieres triunfar, hay que darlo todo, y gracias a Dios todo lo he logrado”, puntualizó, con enorme orgullo.
