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El pasado domingo 24 de noviembre en Lambeau Field vimos un nuevo récord por parte del ala cerrada George Kittle, quien terminó el partido en Green Bay con seis recepciones, 82 yardas y un touchdown. Se convirtió en el tercer jugador de la franquicia con más recepciones (509), pasando a Roger Craig (508) y solamente detrás de Terrell Owens (592) y por último, el receptor Jerry Rice (1281). Este logro no sólo subraya su consistencia, sino que también resalta su impacto único en la franquicia durante las últimas temporadas. Desde que fue seleccionado en la quinta ronda del NFL Draft en 2017 ha demostrado lo que es trabajar duro. Lo que comenzó como un prospecto atlético, pero sin pulir, procedente de la Universidad de Iowa, se ha transformado en una asociación que define a la franquicia. Que un ala cerrada comparta este nivel con dos receptores abiertos del Salón de la Fama es un testimonio de la versatilidad, durabilidad y capacidad de su juego.
Los números de George Kittle, hasta el momento, adicional a las recepciones ya mencionadas son 6,916 yardas por aire y 45 touch-downs. Sus contribuciones van mucho más allá de estos números. Su combinación de bloqueo élite, rutas precisas y físico lo hacen indispensable tanto en el juego terrestre como en el aéreo. El ascenso de Kittle al tercer lugar en la lista de recepciones de los 49ers es un recordatorio de su lugar tanto en la historia de la franquicia como en la NFL en general. En una era definida por receptores abiertos superestrellas y ofensivas de videojuego, el brillo integral del nacido en Wisconsin lo convierte en un regreso a una grandeza diferente en el football. Con cada recepción, bloqueo y celebración de touch-down, el legado de George Kittle crece. A medida que continúa escalando en las listas, una cosa está clara: ya se ha ganado su lugar como uno de los más grandes en vestir de rojo y dorado.
@49ersESP
