En abril, se realizó el Selectivo Nacional de clavados, en el que estuvieron en disputa los boletos para acudir al Mundial de Fukuoka, Japón. Ese evento significó la primera competencia para Gabriela Agúndez en los últimos dos años.
“Hay buen nivel y me da gusto, porque así nos exige a nosotras a ser mejores y sacar nuestro máximo potencial”, indicó la clavadista, en charla con EL UNIVERSAL Deportes.
La medallista de bronce en Tokio 2020 consideró que su desempeño en el selectivo fue satisfactorio, porque —pese a la falta de actividad— logró el boleto al Mundial de Fukoka, Japón, tanto en individual como en sincronizados, así que sólo queda trabajar.
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“El selectivo fue nuestro primer filtro. Vimos en qué estamos fallando y hay que buscar mejorar esos aspectos, porque en el Mundial, los jueces son más perfeccionistas”, dijo.
Agúndez remarcó que el objetivo personal es sumar una medalla olímpica más a su historial. En Tokio, se colgó el bronce —junto a Alejandra Orozco— en la prueba de plataforma 10 metros sincronizados, por lo que en julio la meta es asegurar una plaza en la justa de París 2024.
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“Tenemos que llegar a la competencia en un muy buen momento. Vamos por esas plazas olímpicas y después vienen Juegos Panamericanos, donde se reparte otra. Ambas competencias son importantes para mí objetivo”, expresó la atleta de 22 años de edad.
Gaby explicó que en el selectivo de Guanajuato no sólo se vio el nivel mexicano en clavados, también el compromiso.