La Liga MX vuelve sólo una semana después del terremoto de 7.1 grados en la escala de Richter que azotó a buena parte del centro de México, pero tardará en reanudarse sobre los campos de la capital.

Y lo ideal es que no sea pronto, según Óscar Roa , especialista en materia de protección civil.

Desde su perspectiva, el Estadio Azteca , el Olímpico de Ciudad Universitaria y el Azul podrán albergar encuentros del futbol nacional “cuando levanten la emergencia en las delegaciones [de la Ciudad de México], que se quite la suspensión de actividades escolares, además de esperar los dictámenes de seguridad estructural, los cuales deben ser mostrados para brindar seguridad a la población, pero lo más importante es el refuerzo de la capacitación [al personal de los recintos], porque —en condiciones normales— sí la hay, pero ahorita, la gente está muy sensible y va a sobre reaccionar, así es que necesitan reforzar sus medidas de protección civil para no generar una desgracia”, explica.

La recomendación incluye a los estados que también fueron severamente afectados por los terremotos: Chiapas, Oaxaca, Morelos y Puebla .

“Reanudar los partidos genera un desplazamiento de personas bastante importante. Si la finalidad es no saturar los lugares de rescate y salvamento que hay, existirán algunos problemas. A lo mejor sería conveniente esperar para bajar el nivel de circulación en la ciudad”, comparte Roa, entrevistado vía telefónica. “El que se suspendieran labores en escuelas de cinco delegaciones no quiere decir que todas éstas se encuentren afectadas, sino que se busca evitar tránsito, afluencia, que pudiera poner en peligro a los alumnos y también entorpecer las labores de tránsito que se están haciendo para los rescates y remoción de escombros”.

“Por lo menos en la Ciudad de México, eso tiene que ser congruente con los estadios. No podemos reanudar en las entidades que fueron severamente afectadas hasta que no esté una normalidad que permita el tránsito y afluencia de personas en ese nivel. Así como las escuelas cuentan con su dictamen de seguridad estructural, los estadios deben presentar a la autoridad que ya se les hizo la revisión estructural y todos los daños que pudieron haber tenido —como arquitectónicos— estén totalmente controlados, lo cual implica un trabajo de coordinación, logística, muy importante por parte del personal que labora en los estadios”.

Lo cual sólo representa el inicio del proceso. “[Hay que] saber si el personal está totalmente capacitado, además de ver qué medidas adicionales van a tomar para tranquilizar a las personas. La sociedad mexicana está en shock. Hay personas que tienen crisis nerviosas… Imagínese un estadio con una afluencia importante y, si no está reforzado el programa de protección civil interno, podemos tener eventos de pánico”, insiste. “[Se debe ver] si hay la preparación, cambios de protocolo y los refuerzos de capacitación, para que, en caso de que se presente un sismo durante el partido, puedan atender, tranquilizar, canalizar a las personas que se encuentren en el estadio”, finalizó.

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