Más Información
hector.morales@eluniversal.com.mx
Manos capaces de conducir hacia la gloria del triunfo. Agustín Marchesín las posee para fortuna del americanismo. El argentino comienza a ser un héroe con aspiraciones de convertirse en deidad, justo en la semana clave para su equipo, cuando enfrente a Cruz Azul y Guadalajara en espacio de cinco días.
“Aún puedo dar más”, confía Marche, dispuesto a frustrar con sus atajadas a los máximos enemigos de su club. Salvar al América se ha convertido en la costumbre del cancerbero.
“Vienen partidos muy lindos, en los que cualquier jugador quiere estar. Cruz Azul está con muy buen nivel y Chivas ha mejorado”, refiere, aunque cree que el América está más fuerte.
“Tenemos el equipo para hacerle frente a estos dos partidos y sacarlos adelante porque son muy importantes. Hay que sacrificarnos para que el técnico nos tome en cuenta y quien esté lo haga de la mejor manera”.
En Tijuana fue capaz de realizar cinco atajadas, con penalti incluido, para impedir la derrota amarilla. Durante las nueve jornadas que van del Apertura 2017, Marchesín suma 32 intervenciones que han salvado a los azulcrema de tener más goles en contra. Los rivales necesitan más de un partido de tiempo reglamentario para poder derrotarlo, pues el argentino acepta un tanto cada 93 minutos.
“No estoy en el mejor momento de mi carrera en México. Me encuentro muy contento por el desempeño que he tenido pero tengo que seguir creciendo”, enfatiza a modo de avisar que su notables actuaciones aún pueden ser de mayor rendimiento.
Al inicio de su estancia en Coapa, el guardameta sudamericano tuvo que lidiar con el fantasma de Moisés Muñoz, ídolo de la tribuna emplumada. Borró cualquier nostalgia por el mexicano y ha tenido los números favorables que lo han convertido en titular indiscutible en el América.
El viernes, previo al duelo ante los Xolos, Marche recibió una noticia que anhelaba desde varios meses atrás: volvió a la Selección de Argentina. Impulso albiceleste que le sirve de motivación en la semana cumbre para los americanistas, “porque era algo por lo que había peleado hace mucho tiempo, primero, demostrando en mi club de lo que puedo hacer”.
La vuelta del americanista a su combinado nacional se hace en un momento de crisis. El equipo del país dos veces campeón del mundo corre el riesgo de quedarse fuera de la Copa del Mundo si obtiene resultados adversos ante Perú y Ecuador.
“Es una motivación estar en la selección. Es lo máximo estar ahí, que te tomen en cuenta y aportar en lo que se necesite, porque eso significa que has hecho bien las cosas en tu equipo”, admite.
Antes de irse con la Argentina, Marchesín está con las manos dispuestas a evitar la caída del América ante Cruz Azul por los octavos de final de la Copa MX y el sábado frente a Chivas en el Clásico Nacional.