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Los soeces críticas del presidente Donald Trump para que los dueños de equipos de la NFL despidan a los jugadores que se arrodilla durante el himno nacional solo han servido para incitar más protestas de los jugadores en lugar de apaciguarlas.
La polémica se trasladó al primer partido de la temporada en Londres.
Alrededor de una veintena de jugadores de la NFL entre ellos el defensa de los Ravens de Baltimore, Terrell Suggs, y el running back de los Jaguars de Jacksonville, Leonard Fournett,_ se hincaron el domingo durante la interpretación del himno de Estados Unidos antes de que comenzara un partido entre sus equipos en el estadio Wembley de Londres.
Desde la temporada pasada varios jugadores de la NFL han optado por hincarse, sentarse o levantar los puños durante el himno en protesta por el trato que la policía le da a la gente de raza negra, que consideran discriminatorio.
Los jugadores de los Steelers de Pittsburgh decidieron quedarse en su camerino para el himno nacional previo a su partido en Chicago ante los Bears .
El gesto ocurrió luego de que Trump hizo una sugerencia a los propietarios de equipos de la NFL cuyos jugadores decidan hincarse durante el himno nacional: despedirlos.
Trump redobló sus ataques a primera del domingo en un par de tuits.
“Si los aficionados de la NFL rechazan asistir a los partidos hasta que los jugadores dejen de faltar el respeto a nuestra bandera, verán un cambio rápido. “¡Despidan o suspéndanles!”, disparó Trump.
En otro tuit, el mandatario insistió: “La concurrencia a la NFL y sus ratings están MUY BAJOS. Son partidos aburridos, pero mucha gente no van porque aman a nuestro país”.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, defendió a Trump al afirmar que los dueños de equipo de la NFL deben estipular como obligatorio que los jugadores se pongan de pie para el himno.
Aunque los jugadores de la NFL hoy mostraron su unión, en el Hockey de la NHL , cambia la cosa, los Penguins de Pittsburgh , los campeones de la liga de hockey sobre hielo en Estados Unidos, aceptaron la invitación de Trump para ir a la Casa Blanca.
En una ciudad ( Pittsburgh ) donde es muy común ser aficionado tanto de los Steelers como los Penguins, estas decisiones han sorprendido a los fanáticos de ambos equipos.