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Más allá de que acaba de conquistar su segunda Copa en Países Bajos, Erick Gutiérrez admite que no es feliz en el PSV, por lo que es muy probable que salga de la institución para la siguiente campaña.
“Me avergüenzo con mis hijos cuando estoy en la banca”, reconoce el volante, con el medio de comunicación Trouw. “Luego, llegas a casa y tratas de ser feliz de todos modos, pero tus hijos están llegando a una edad en la que se dan cuenta cuando estás triste”.
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Gutiérrez, quien tiene contrato con el PSV Eindhoven hasta 2015, apenas suma dos mil 202 minutos jugados y cinco goles anotados en la actual temporada. En la final de la Copa, contra el Ajax, ingresó al campo hasta el primer tiempo extra.
“No quiero desperdiciar otro año de mi carrera. Al final, hay demasiados partidos que no juego”, sentencia. “Quizá, el club también debería sacar sangre nueva después de cinco años sin un campeonato”.
“Tengo tres o cuatro ofertas serias y ya no cometo el error de ignorarlas”, dijo.
