Desde hace seis años, la familia Santoscoy encabezada por Gustavo Santoscoy Arriaga y su hijo Gustavo Santoscoy García se convirtieron en los responsables de que el mejor tenis femenil del mundo tenga presencia de manera continua en México. Ya sea en Puerto Vallarta, San Luis Potosí, Cancún, Guadalajara o en Mérida, donde este año celebran la primera vez que el torneo se juega en la categoría 500 de la WTA, a través de su empresa, GS Sports Management, traen figuras de la talla de Iga Swiatek, Paula Badosa, Emma Navarro o Maria Sakkari, entre otras.
El esfuerzo, trabajo e inversión de los Santoscoy provocó que sus torneos crezcan de categoría 125 a 250 o de 500 hasta albergar dos WTA Finals como en Guadalajara y Cancún, siendo la primera vez que torneos de esa magnitud se llevaron a cabo no solo en México, sino en Latinoamérica.
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"En su momento en 2018 apostamos por la WTA porque el tenis femenil ha ido creciendo muchísimo, hemos visto números importantes en las finales de Grand Slams de cómo están llegando a los mismos niveles que los hombres, y si lo tomamos en una balanza, el tenis varonil está en un nivel y el femenil en otro, pero el área de oportunidad y de crecimiento del tenis femenil es mucho mayor. Ahí vemos la oportunidad de negocio y la oportunidad de crecer. El tenis femenil va al alza, el varonil es más estable entonces el crecimiento es mayor en la femenil" confesó al UNIVERSAL Deportes Gustavo hijo.
Además, compartió la emoción por tener "otros proyectos como torneos de pádel, golf, y este nos emociona muchísimo ya que no hemos visto algo así desde que Lorena Ochoa se retiró", en referencia al regreso de la LPGA al país.
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