Guadalajara.— Eddy Reynoso creció en un tradicional contexto en el que los tatuajes eran mal vistos. Nunca tuvo ganas de hacerse uno, pero llegó el día en el que encontró el pretexto perfecto y no lo dudó.
En su antebrazo izquierdo presume la leyenda “No Boxing No Life”, unos guantes y cuatro coronas con los apodos de los cuatro campeones mundiales con los que ha trabajado: Chololo Larios, Chatito Jáuregui, el Español Álvarez y Canelo.
“El tatuaje se lleva siempre como un trofeo, a alguien que quieres mucho. A mí realmente nunca me habían inculcado los tatuajes. Mis papás siempre me decían que no, pero mira, cuando entras a algo que realmente te apasiona… mucha gente se pone lo que te marca”, declaró para EL UNIVERSAL Deportes.
Pero el dibujo en su piel tiene una imagen que llama poderosamente la atención. Al girar su brazo, Eddy presume orgulloso a Saúl Álvarez feliz y con el puño en alto, tal y como lo ha hecho en 63 ocasiones.
“Me preguntaron que por qué me lo había tatuado. Dije: el día que tengas a un niño de 13 años y lo lleves hasta donde ha llegado, ese día lo entenderás. Con mucho orgullo traigo a Saúl”, dijo.
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