Pese a frases como “ese deporte no es para ti”, “no puedes por ser mujer” y “no vas a llegar a nada”, Diana Flores, capitana y bicampeona del mundo con la Selección Mexicana, incursionó en el flag football a los ocho años de edad.
Un camino nada sencillo para la quarterback, quien —con determinación, talento y liderazgo— abrió paso para miles de niñas y mujeres que hoy ven en ella un modelo a seguir.
“Desde muy pequeña, me enfrenté al poder del ‘no’: ‘El deporte no es para ti, eres niña, es muy rudo, no vas a llegar a algún lado’. Pero la vida me ha dado el entorno correcto para hacer lo que me apasiona. Jamás pensé hacer una vida alrededor de esto, ni soñé con todo lo que la vida me ha regalado, ya que no había posibilidad”, comentó, en entrevista con EL UNIVERSAL Deportes.
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Flores, quien enfrentó el peso de los prejuicios y convirtió el rechazo en motivación, reiteró la importancia de seguir ampliando los espacios para las mujeres, que pueden ser modelos a seguir e inspirar a generaciones.
“El flag football siempre fue un deporte visto como masculino. Cuando empecé a jugar, no había tantos equipos, ni espacios para practicar la disciplina. Es importante seguir abriendo espacios, para que niñas y mujeres puedan seguir haciendo lo que les apasiona, contar historias y tener modelos a seguir”, mencionó.
Diana recordó con nostalgia a las jugadoras pioneras que, pese al rechazo, le han permitido llegar a los más grandes escenarios, teniendo siempre presente la lucha por mejores condiciones.
“Me queda agradecer a las mujeres que fueron pioneras en el deporte, ya que gracias a ellas, jóvenes como yo pudimos encontrar nuestro camino”, finalizó.