Dos guantes desgastados colgados en la entrada te dan la bienvenida al Julián Magdaleno, un zaguán negro y el olor a piel y humedad que caracteriza a un ; la tradicional imagen de la virgen que no puede faltar e incontables fotos, ropa y recortes de periódicos tapizan las paredes del lugar.

Al fondo, pegado al ring ligeramente elevado del suelo, se puede leer una frase del filósofo moyahuense (Chepo Reynoso): Lo peor que te puede suceder es que te valga madre perder.

Es aquí donde un pequeño pelirrojo pecoso dio sus primeros rectos y ganchos a los 13 años… 22 años después se convirtió en una leyenda del boxeo mundial. Sí, hablamos de Saúl ‘Canelo’ Álvarez.

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Todas las mañanas José ‘Chepo’ Reynoso, entrenador del Canelo y dueño del Julián Magdaleno asiste a su gimnasio, da consejos, plática con ellos y los ayuda a cumplir su gran sueño: seguir los pasos de Saúl Álvarez.

“Aquí sigo tratando de impartir mis conocimientos. Cuando ves por ahí que entra un muchachito tipo Canelo, que lo ves que aprende y es bueno… pues vamos a darle. Son muchachos que te ilusionan y hay que seguir hasta donde tope la cosa”, declaró Chepo a EL UNIVERSAL Deportes.

Reynoso ‘no les cobra ni un cinco’, pero pide disciplina o ‘se van a chingar a su madre’. El mensaje es claro para el histórico entrenador de 72 años.

“El que quiera disciplinarse bueno, y el que no la puerta está abierta y se me van a chingar a su madre. Así les digo. No les cobro un cinco, vengo con gusto y que todavía no se porten bien… vámonos. Ven al Canelo lo que ha logrado, lo que gana, sus carros… los inspira y hay que apoyarlos para que cumplan sus sueños”, concluye el oriundo de Moyahua, Zacatecas.

Eddy, seguro de que el tapatío pasará a la historia. Foto: Sebastián García M / EL UNIVERSAL
Eddy, seguro de que el tapatío pasará a la historia. Foto: Sebastián García M / EL UNIVERSAL

Filosofía de Chepo Reynoso, el ‘Filósofo Moyahuense’

“Lo peor que te puede suceder es que te valga madre perder”, es una frase pegada al ring como recordatorio que el único objetivo es ganar. La derrota puede llegar en cualquier momento, pero en el Julián Magdaleno está prohibido normalizarla.

“En este oficio aplica muy bien porque si ya no te importa perder, ya qué andas haciendo, aquí se viene a ganar, prepararte para ganar. El día que ya estés contento con la derrota mejor no pises el gimnasio y llégale. Es un consejo para los muchachos; cuando veo que ya no sienten amor, mejor sabes qué ‘adiós”, explicó a El Gran Diario de México.

Reynoso ya se había retirado, dejó el gimnasio, pero le fue imposible. A los 15 días volvió a lo que ha sido su vida por más de 40 décadas.

“Es lo que yo les digo, la disciplina. Cuando ya me había retirado y volví… me había retirado 15 días, pero me enfadaba en las mañanas, entonces me vine y les eché un sermón. ‘Saben qué, yo ya estaba retirado de aquí por indicación médica, pero veo tanto muchachito que me entusiasma. Lo único que pido es disciplina, no más”, finalizó.

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