Bernardo Segura, único medallista de México en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, todavía recuerda las palabras que le dio el histórico Ernesto Canto segundos antes de disparo de salida de los 20km de Marcha.
Frases que calmaron sus nervios, y dejaron atrás los malos pensamientos que recorrieron su mente la noche anterior, permitiéndole conquistar la medalla de bronce.
"Una noche previa no pude dormí, quizá por nervios o ansiedad. Eran muchos sentimientos al mismo tiempo. Recuerdo las palabras de Ernesto Canto en las tribunas previo a la competencia. Me dijo que quizá no iba a tener otra oportunidad, me pidió dar el máximo y se me quedó grabado, fue un momento especial y que dio pie a recoger una medalla por la que había trabajado mucho tiempo", comentó en entrevista con EL UNIVERSAL Deportes.
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Con un tiempo de 01:20:23, el originario del municipio de San Mateo Atenco, en el Estado de México llegó a la meta, detrás del ecuatoriano Jefferson Pérez y el ruso Ilya Markov, con un sentimiento agridulce, al ser consciente que pudo tener un mejor cierre.
"En la recta final me mantenía en tercer lugar, pero con la sensación de poder alcanzar a mis rivales. Tenía el temor de quedar descalificado, ellos terminaron desfallecidos".
Un temor que cuatro años más tarde se volvió realidad al ser protagonista de uno de los capítulos más tristes del deporte mexicano, al quedar eliminado en pleno festejo, luego de conquistar el metal dorado el 22 de septiembre en Sidney 2000.
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"Por un error de un juez me cargaron una tarjeta, si hubiera sabido que tenía dos no hubiera peleado la de oro. Me estaba felicitando el presidente Ernesto Zedillo, llegó un juez y me sacó la tarjeta, mi reacción fue de asombro y nadie sabía que hacer. Se perdió la medalla ya que México no presentó una protesta formal", reveló.
Pese al trago amargo, y con el paso de los años Bernardo Segura se siente ganador de aquella prueba de 20km y campeón olímpico, al asegurar que tocó la gloria deportiva y eso nadie se lo puede quitar.
"Iba por la medalla de oro, tenía la motivación por las nubes. Hoy mi familia ve el vídeo y es una gran sensación cruzar la meta en el primer lugar, dar la vuelta con la bandera. Quizá no tengo el metal, es algo también agridulce, pero gané ante los ojos del mundo", finalizó.