El beisbol de uno de los deportes que requiere de mucha apreciación para poder ser disfrutado en vivo. Los juegos no tienen una duración exacta en cuanto a tiempo refiere, por lo que la gran mayoría de estadios en todo el mundo implementan dinámicas para mantener al público activo durante las nueve (o más) entradas de duración de los encuentros.
Los parques de pelota suelen ser inmuebles con vida propia, con mucho movimiento en sus pasillos, butacas, escaleras y áreas de comida. Esto suele generar cierta distracción de lo que acontece en el campo. La mayoría de los equipos en el mundo sugiere en los boletos “no perder de vista la pelota” en todo momento.
Una pelota de beisbol pesa aproximadamente 150 gramos y en un estadio de beisbol puede incluso perderse entre la multitud cuando sale disparada hacia las tribunas. Es por eso que los equipos instalan mallas de tela que impiden, de manera parcial, que la pelota pueda impactar a los aficionados.
La red se coloca de manera estratégica para evitar que los batazos de foul que suelen salir a una velocidad 160 km/h. A dicha velocidad, un proyectil de 150 gramos puede impactar el cuerpo humano con la fuerza de un martillazo, por lo que estar al pendiente de la pelota en todo momento es clave.
Menos común, pero incluso más peligroso, es cuando un bat sale de las manos del bateador y se dirige hacia el público. Situación que rara vez trasciende de la malla de protección, pero que es una posibilidad que siempre hay que tomar en cuenta. Los parques de beisbol en todo el mundo son 100 por ciento familiares, lo que atrae a muchos niños y niñas que buscan ver a sus ídolos en acción.
Por lo que es de suma importancia estar siempre atentos a la pelota, no dar la espalda al campo cuando la esférica está en juego y sobre todo tener los ojos bien fijos en los menores y adultos mayores, en caso de asistir al estadio con ellos. Los batazos de foul — que es cuando la pelota sale proyectada hacia el terreno no jugable — se cuentan por decenas en un solo juego de beisbol por lo que hay que estar siempre al pendiente de la pelota.
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Lo que sucedió en la Liga Mexicana de Beisbol
Recientemente en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) se vivió un lamentable acontecimiento cuando Simón Falah-Assadi Martínez, un aficionado de nueve años, fue impactado por un batazo de foul en el estadio Alfredo Harp Helú de la Ciudad de México en un duelo de Postemporada entre Diablos Rojos del México y Pericos de Puebla.
Las vías oficiales del equipo capitalino dieron a conocer que el menor fue atendido en la enfermería del inmueble, en donde se descartó que estuviera en peligro. Más tarde trascendió que Simón había sido internado en terapia intensiva por una hemorragia cerebral, misma que salió a la luz cuando el infante llegó a casa y presentó dolores fuertes de cabeza y vómito.
Los Diablos Rojos del México anunciaron que están en constante contacto con la familia del pequeño aficionado, de quien solo se sabe que está fuera de peligro, pero se mantiene en terapia intensiva, según informó el equipo.