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La historia y la trayectoria de la paratriatleta mexicana Brenda Osnaya son un claro ejemplo de inspiración y perseverancia.
La originaria de Monterrey nació con un talento nato para el deporte y, desde pequeña, demostró la competitividad con la que —hasta la fecha— se desenvuelve en el más alto rendimiento, lo que le ha permitido destacar a nivel internacional.
Sin embargo, un accidente automovilístico estuvo cerca de cambiar su vida por completo. Sufrió un golpe duro al enterarse de que no podría volver a caminar, luego de perder la movilidad en las piernas.
Su sueño de representar a México en unos Juegos Olímpicos parecía inalcanzable, pero la Superwoman no se rindió y cambió los patines por la silla de ruedas.
“Cambió el deporte, pero no la meta. Después del accidente, el deporte se volvió un maestro de vida, porque me ayudó a sobrepasar la adversidad de adquirir una discapacidad”, se sinceró, con EL UNIVERSAL Deportes.
Osnaya reconoció que la “fuerza mental” le permitió reinventarse y superar la dura realidad, luego de la operación medular a la que fue sometida hace 14 años, pero se convirtió en “un canal para estar en la élite del deporte mexicano y hacer realidad un sueño.
“A mí no me importaba caminar, yo lo que quería era vivir. Ha sido un camino bastante largo, y —a pesar de los obstáculos que la vida te pueda poner— los sobrepasé y al final saqué lo mejor de lo peor”, compartió, con una enorme emoción reflejada en su rostro.
La paratriatleta paralímpica competirá en París 2024 con el deseo de demostrar que México está para grandes cosas, a pesar de que haya muchas personas que piensen lo contrario.
“Muchas veces pensamos que no podemos lograr ciertas cosas, porque se cree que los deportistas mexicanos nos achicamos en el momento de competir, pero la verdad es que hacemos maravillas y somos súper talentosos”, sentenció una de las cartas fuertes de la delegación tricolor en los próximos Juegos Paralímpicos en París.