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México no solo comparte una historia de triunfos en Miss Universo, también un patrón estético que se repite generación tras generación: el rojo, un color vibrante que ha vestido a las cuatro mexicanas que han conquistado la corona.
Ya sea en la final, en sesiones icónicas o en momentos clave del certamen, este tono se ha vuelto un distintivo de fuerza y buena fortuna para las representantes mexicanas. Y aunque parezca casualidad, la continuidad a lo largo de tres décadas lo ha convertido el vestido rojo en una tradición no oficial… pero muy poderosa.
Lupita Jones (1991): la pionera del rojo
Cuando Lupita Jones ganó Miss Universo en Las Vegas, lo hizo con una imagen de fuerza, porte y elegancia. Su vestido rojo de gala, con escote 'off the shoulders', flecos y aplicaciones brillantes, se convirtió en uno de los looks más recordados de la historia del certamen.

Su presencia con un vestido rojo abrió una narrativa que marcaría a las futuras Miss Universo mexicanas.
Ximena Navarrete (2010): la elegancia del rojo mexicano
Cuando Ximena Navarrete se coronó Miss Universo el 23 de agosto de 2010, lo hizo con un vestido rojo que hoy es un símbolo nacional.

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El diseño, creado por Benito Santos, se volvió icónico: falda fluida, escote pronunciado, pedrería y un movimiento escénico que se veía impecable en cámara. Para muchos expertos, esta fue la confirmación de que el rojo no solo favorece a las mexicanas, sino que transmite liderazgo, presencia y glamour.
Fue también la pieza que consolidó la relación entre la moda mexicana y el escenario global.
Andrea Meza (2020): el rojo del empoderamiento
La chihuahuense Andrea Meza también apostó por el rojo en su coronación. Su vestido estructurado, con brillo intenso y silueta poderosa, fue diseñado por Edgar Lozzano, uno de los creadores mexicanos más destacados en pasarela.

La pieza destacó por sus líneas arquitectónicas y su fuerza visual, proyectando una estética de empoderamiento y resiliencia en un certamen marcado por la pandemia.
Con Meza, el rojo volvió a ser un mensaje: México llega fuerte, seguro de sí mismo y listo para ganar.
Fátima Bosch (2025): tradición que se renueva
La tabasqueña Fátima Bosch cerró el ciclo de manera perfecta. Para la final del Miss Universo 2025, celebrado en Tailandia, la mexicana apareció con un vestido rojo de manga larga lleno de bordados dorados y brillo, acompañado de una capa transparente del mismo tono que sumaba dramatismo y movimiento.

El diseño es obra del creador mexicano Trino Orozco.
Con esta elección, la teoría del 'rojo de la suerte' tomó nueva fuerza: cuatro mexicanas, cuatro coronas, cuatro vestidos rojos inolvidables.
¿Por qué el rojo es el color de la suerte para México?
Estilistas, fashion insiders y fans del certamen coinciden:
- Es un color que resalta bajo luces de escenario.
- Favorece los tonos de piel latinos.
- Comunica pasión, liderazgo, valentía y seguridad.
- Fotografía impecable en cámaras HD.
- Y, aunque comenzó como coincidencia, cuatro coronas lo han convertido en símbolo cultural.
Para México, el rojo ya no es solo un color: es un mensaje, una identidad y casi… una profecía.
Lo que inició como una casualidad en 1991 se transformó en una tradición no escrita que hoy define una parte de la historia de México en Miss Universo.
Y después de 34 años, sigue siendo cierto: cuando México brilla, lo hace en rojo.
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