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Hace un par de semanas, la ciudad de Puebla se convirtió en un epicentro de color y creatividad con la llegada de la reconocida diseñadora española Ágatha Ruiz de la Prada. El imponente Hotel Palacio Julio fue el escenario donde presentó su más reciente libro, Mi historia, junto con un desfile de moda que dejó una huella imborrable en todos los asistentes.
La velada combinó literatura, moda y el inconfundible estilo de la diseñadora madrileña, quien ha sido un referente en el diseño de moda durante más de cuatro décadas.
El evento comenzó con una presentación íntima de Mi historia, donde la diseñadora y empresaria compartió detalles personales de su vida y la evolución de su carrera, abriendo una ventana a su mundo de inspiración y pasión.
Su obra es un reflejo de los hitos y desafíos que la han posicionado como una figura influyente en el diseño a nivel mundial. “Esta es la historia que nunca conté . . .”, dice sobre su libro.
Para Ágatha Ruiz de la Prada, el color es sinónimo de felicidad y un escape de la tristeza, y esta filosofía impregna cada una de sus creaciones.
Desde sus inicios, ha defendido un estilo optimista y divertido, en el que el color y el volumen son protagonistas, llevándola a redefinir los cánones de la moda convencional y a destacar en un sector que a menudo se inclina hacia los tonos sobrios.
El mensaje de Ágatha Ruiz de la Prada sobre la moda como una forma de expresión única y poderosa resonó con los invitados, quienes, entre medios de comunicación, figuras públicas y amantes de la moda, apreciaron cada una de sus palabras.
En este encuentro, la diseñadora expresó cómo la moda va más allá de las tendencias siendo una manera de mostrar la identidad y transmitir alegría a quienes la portan y a quienes la observan. Esta convicción es visible en su carrera y en su colección más reciente, presentada en Puebla, que fusiona arte y moda de una manera audaz y única.
La marcha explosiva de Ágatha Ruiz de la Prada
El mensaje de Ruiz de la Prada sobre la moda como una forma de expresión única y poderosa resonó con los invitados, quienes, entre medios de comunicación, figuras públicas y amantes de la moda, apreciaron cada una de sus palabras representadas en cada uno de los looks que desfiló por la pasarela.
Faldas tableadas, pantalones fluidos, blusas con mangas ranglán, vestidos estilo camisero destacaron en un océano de color, alegría y buena vibra. Los icónicos corazones distintivos de la marca estuvieron presentes en la mayoría de las prendas, algunas con modernos toques de brillo.
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Su amor por México
Su conexión con México es evidente no solo en los colores que usa, sino también en su admiración por las tradiciones y el espíritu alegre y festivo del país. La colección presentada en Puebla (y al día siguiente en la Ciudad de México) es un testimonio de cómo el arte y la moda pueden cruzar fronteras y conectarse profundamente con públicos diversos.
Además, Ágatha Ruiz de la Prada ha sido una ferviente defensora de la sostenibilidad en la moda. En los últimos años, ha promovido el uso de materiales y procesos que minimicen el impacto ambiental. Este compromiso se refleja en sus diseños, que no solo buscan sorprender y alegrar a sus seguidores, sino también fomentar una moda más consciente y respetuosa con el entorno.
Con una trayectoria que abarca más de 40 años, Ágatha ha logrado posicionarse como una de las diseñadoras más originales de su generación. Su estilo inconfundible, que combina una visión artística única con un enfoque audaz, ha influido en diseñadores emergentes y establecido un referente para quienes desean explorar la moda desde un punto de vista lúdico y experimental.
La visita de Ágatha a México reafirma su legado y su amor por la moda, inspirando a generaciones y celebrando el valor de ser auténtico. Al cierre del evento, los asistentes disfrutaron de una velada llena de glamour, cultura y creatividad, dejando a todos con la expectativa de ver qué más tiene preparado esta icónica diseñadora.
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