La ministra de cultura Alejandra Fraustro envió recientemente un comunicado a las marcas de moda Zara, Anthropologie y Patowl en el que se les acusa de apropiarse de patrones distintivos de comunidades indígenas mexicanas , sin solicitar permiso u ofrecer algún beneficio a estas comunidades.
En el caso de Zara , se le acusa de usar un patrón de la comunidad mixteca de San Juan Colorado, en Oaxaca, en un vestido midi color menta (el cual no se encuentra a la venta en el portal mexicano de la firma). Este patrón “refleja símbolos ancestrales relacionados con el medio ambiente, la historia y la cosmovisión de la comunidad”, indicó en el comunicado el Ministerio de Cultura mexicano.
Por su parte, la firma estadounidense Anthropologie utilizó en una de sus prendas, específicamente en unos shorts de color azul, un diseñado bordado por la comunidad mixe Santa María Tlahuitoltepec.
Leer también: Guía de compras: Las mejores máscaras de pestañas (comprobadas)
Otra firma de moda femenina, Patowl , que se caracteriza por su estilo “indie”, también fue señalada por el Ministerio de Cultura por haberse apropiado de un patrón que pertenece a la comunidad zapoteca ubicada en San Antonino Castillo Velasco. Según la entidad gubernamental este bordado de flores aplicado en una blusa de la marca, es una copia industrial de una técnica compleja milenaria conocida como “hazme si puedes”, y la cual ha sido rescatada desde hace 30 años por una comunidad que lleva el mismo nombre y está integrada por mujeres que se organizaron para conservar y difundir las tradiciones de este bordado que vemos en huipiles y vestidos zapotecos.
Zara
, perteneciente al grupo Inditex, dijo en un comunicado a la agencia de noticias Reuters que “el diseño en cuestión no fue de ninguna manera tomado prestado intencionalmente o influenciado por el arte del pueblo mixteco de México ”. Las marcas Anthropologie y Patowl, aún no han emitido ningún tipo de comentario.
(Foto: Zara)
No es la primera vez que la cultura artesanal indígena mexicana ha sufrido de este tipo de plagios , en los que grandes emporios comerciales reciben ingresos por la venta de estos diseños, mientras que estas comunidades –en su mayoría sumidas en la pobreza y el olvido–, no perciben ningún tipo de reconocimiento.
(Foto: Patowl)
Algunas firmas como Zimmermann han reconocido su error, pidiendo disculpas públicas y retirando la mercancía de su inventario. Otras, como Isabel Marant han alegado que sus creaciones se han “inspirado” en la cultura de la comunidad mixe. Esto, luego de una segunda acusación de apropiación , aunque esta vez el caso fue llevado a tribunales el cual falló a favor de la diseñadora.
El año pasado, la ministra Fraustro declaró en una entrevista a WWD que ya no toleraría la apropiación cultural de diseños mexicanos sin el respectivo crédito. Estas acciones forman parte de una lucha que –a pesar de ser complicada de resolver– está tomando cada vez más fuerza y conciencia con la finalidad de proteger a las comunidades que forman parte vital de la historia y la cultura mexicana.