El otro día, platicando con Pepe , mi mejor amigo, y un amigo de él (dos politólogos e internacionalistas) sobre lo que nos apasiona en la vida y nos da felicidad, me preguntaban sobre el porqué de mi fascinación por la moda y el estilo personal . En una plática bastante álgida con dos personas que no tienen nada que ver con la industria, nos encontramos desarrollando un concepto para uso personal, que bien puede ser compartido con ustedes (yo muy feliz de que lo adopten) sobre lo que implica vestir y el pequeño pero simbólico ritual que podemos crear al elegir las prendas que portaremos durante esa ocasión especial.
Tampoco se asusten. No será como un ritual religioso fanático, protocolario y absurdo. No implica rezarle a ningún diseñador y mucho menos ponernos de rodillas frente a nuestro outfit en las mañanas. Este concepto va más allá e implica darle una intención a la vestimenta . A Pepe fue al que se le ocurrió decirle “intención” (debo aclarar que Pepe es una persona espiritual, le gusta de meditar y, por supuesto, es vegano y siempre está en búsqueda de la mejor energía), pero me pareció que ese adjetivo es muy valioso para darle vida al concepto .
Les platicaba que, para mí, cada día es una posibilidad de crear a través de la ropa.
Les explicaba algo que ya les he contado aquí algunas veces (mi famoso lienzo en blanco ) que todos los días se crea y se destruye, se genera de cero, luce por unas horas y después se desvanece (en realidad ya no desaparece porque casi siempre hay una foto de #ootd ja ja ja). Pero, ¿por qué o para qué? En mi caso, es un tema de personalidad y el gusto de expresar mis ideas, sentimientos y motivos a través de las prendas (o, bien, de las historias que genero como estilista ).
Es posible hasta decir que creo un “personaje” nuevo cada día. La misma Gina pero en otra versión . Me divierte, me motiva y me emociona. Seguro Einstein y Steve Jobs no estarían de acuerdo conmigo porque ellos argumentaban que era una pérdida de tiempo estar pensando qué usar o hacerse la pregunta matutina de “¿y hoy qué me pongo?” Pero a mí me parece un pilar de la construcción de la personalidad de un individuo , llegar a un estilo definido, metódico, clásico e inclusive creativo viene de un trabajo de crecimiento personal y de introspección. Entonces, no es algo tan superfluo e irrelevante como pareciera.
(jamás tengan discusiones de moda con políticos). Es muy sencillo: antes de vestir ya sea para una ocasión importante o para un día normal tómense unos minutos para darle una intención relevante a esa vestimenta, que debe venir desde el sentimiento de qué queremos lograr y hacia dónde vamos, qué deseamos comunicar y cómo vamos a lograrlo. Además de que tiene que funcionar en paleta de color, fit y estética. ¡Todo lo que han aprendido en este suplemento!
En su momento vinieron a nuestra mente los rituales que culturas y religiones hacían en celebraciones e inclusive funerales. Nos pareció vital rescatar esos assets que se han desvanecido por la prisa pero que son parte del Ser .
Con cariño,
Gina