Aunque el gelish no daña las uñas directamente, sí ocasiona señales para poner en pausa la aplicación de este esmaltado. Y es importante no omitirlas porque, de lo contrario, podrías ocasionar que se quiebren fácilmente.
En De Última te compartimos una lista de signos a los que debes prestar atención para conservar la salud de tus manos.

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¿Cómo saber si tus uñas están dañadas por el gelish?
Las uñas son una de las estructuras más delicadas del cuerpo. No sólo hacen que nuestras manos luzcan bellas, sino que las protegen contra golpes, infecciones bacterianas y hasta de la exposición a químicos.
Hay muchos motivos por los que pueden debilitarse, por ejemplo, deficiencias vitamínicas, fricción constante, hábitos como morderlas y el abuso de ciertas técnicas de esmaltado.
En el caso del gelish, los compuestos del esmalte y la exposición prolongada a las lámparas UV o LED pueden ocasionar daños sobre la superficie de la uña. De acuerdo con los expertos de NYU Langone Health, estas son las señales de alerta:
- Uñas frágiles y secas: si se rompen con facilidad o se sienten "de papel" es señal de que les falta hidratación. Un aceite para cutículas o una crema densa puede ayudar a disminuir el problema.
- Manchas blancas: son pequeños puntos que aparecen por resequedad o exceso de gelish. Es común confundirlas con hongos, pero en realidad son acumulaciones de queratina.
- Uñas amarillentas: se manifiesta con tonos oscuros o rojizos que pigmentan la superficie de la uña. No es grave, pero tardan en desaparecer si no se dejan descansar del esmaltado.
- Adelgazamiento: el uso excesivo de acetona y el limado brusco pueden afinar las capas de la uña, dejándolas expuestas y más frágiles.
- Cambios extremos: si notas tus uñas deformadas, con líneas oscuras o bultos extraños podría tratarse de una infección por hongos. Acude con un especialista para recibir un tratamiento.
- Sensibilidad: puede indicar reacciones alérgicas al gel o a la luz UV. Según un artículo publicado por la American Academy of Dermatology, es importante espaciar las aplicaciones cada 2 o 3 semanas.
- Enrojecimiento o hinchazón: también podría ser señal de una infección bacteriana. En este caso, lo mejor es acudir con un dermatólogo para que evalúe los síntomas.

¿Cómo proteger a tus uñas del gelish?
Hacer una pausa no significa descartar al gelish de tu vida, sino que tienes que aprovechar dichos periodos para consentir tus uñas. Mientras esperas tu siguiente cita con la manicurista, emplea estos hábitos sencillos:
- Usa tratamientos nutritivos con ingredientes como biotina o queratina.
- Hidrata tus manos y cutículas todos los días.
- Pide que te apliquen una base protectora cuando uses esmaltes o gelish.
- Evita productos agresivos como la acetona.
- Intenta esta mascarilla casera: frota un diente de ajo crudo sobre tus uñas y déjalo actuar durante 10 minutos; al finalizar, enjuaga e hidrata. La alicina del ajo puede fortalecer las uñas naturalmente.
¿Cada cuánto aplicar el gelish?
Recuerda espaciar las aplicaciones del gelish de 2 a 3 semanas, lo que puede favorecer la regeneración de las uñas y permitir un crecimiento saludable.
Si notas alguna señal de alerta o simplemente quieres prevenir daños futuros, tomarte un descanso de cualquier esmalte es una gran idea.

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