A excepción de ‘beauty lovers’, puede ser común pensar que las personas con piel grasa no deberían usar productos faciales hidratantes, porque el rostro brillará aún más tras la aplicación de una crema. ¡Error!
El uso de una crema hidratante es esencial para todos los tipos de piel: seca, normal, mixta, grasa, porque todos somos susceptibles de sufrir de una piel deshidratada alguna vez.
Los signos de la piel deshidratada son muy parecidos a los del tipo de piel seca, aunque no se trata de lo mismo.
En la web de Bioderma España explican que la deshidratación “es una alteración de la capa superficial de la epidermis por falta de agua”. Esta falta de hidratación altera la barrera de la piel y causa molestias como sequedad y tirantez. Este episodio puede ser reversible con el tratamiento adecuado.
El tipo de piel seca “es un estado constante, que define un tipo de piel determinado, que carece tanto de agua como de lípidos”, aclaran. Es, decir, es permanente.
Causas de deshidratación de la piel del rostro
Son varios los factores que pueden causar un problema de pérdida de agua en nuestra piel:
- Factores ambientales, como temperaturas extremas, contaminación y exposición solar excesiva.
- Mantener hábitos poco saludables como fumar e ingerir alcohol.
- No tomar suficiente agua cada día. Aunque la cantidad de líquido diaria recomendada puede variar de una persona a otra, ronda los 3 litros para hombres y 2,7 litros para mujeres, puede provenir de agua y alimentos.
- Etapas de mucho estrés y poco descanso; el sueño de calidad es necesario para la buena salud de la piel en general.
- Lavarse la cara con agua caliente puede deshidratar la piel. Lo mejor es que sea tibia.
- El uso de productos faciales agresivos.
- Algunas enfermedades, alteraciones hormonales y medicamentos pueden contribuir con un momento de deshidratación de la piel.
- La edad. Con el paso de los años, disminuye la capacidad para retener agua.
Identifica si algo de esto podría estar causando la alteración en tu piel y atiéndelo, si se trata de un hábito, trabaja para cambiarlo. Un dermatólogo puede orientarte en caso de dudas.
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Señales de una piel deshidratada
La piel del rostro deshidratada se siente y luce más seca de lo normal, es áspera. Se presenta sensación incómoda de tirantez y picazón. En algunos casos, puede surgir una ligera descamación, así como enrojecimiento e irritación.
La piel pierde luminosidad, se ve opaca, y pueden aparecer ojeras. Las líneas de expresión se pueden ver más marcadas y los poros más dilatados en algunos tipos de piel. En el caso de la piel grasa, sigue visible la oleosidad, incluso se incrementa.
Un truco sencillo que puede ayudar a identificar si hay deshidratación (aunque no es determinante) es lo que han llamado "prueba del pellizco". Pellizca suavemente una parte de piel en las mejillas. Si se forman arrugas y la piel no vuelve a su estado normal de inmediato después de soltarla, podría tratarse de que tu piel "tiene sed".
Hidrata tu piel
Una piel hidratada lucirá sana y bonita. Con suavidad y luminosidad. lucirá mejor el maquillaje, ¡a cualquier edad! También es el secreto para que se vea rejuvenecida; recuerda que en una piel deshidratada se acelera el proceso de envejecimiento.
- Cuando está bien hidratada, se restablece el equilibrio de la función barrera que la protege de factores externos.
Incluye en tu rutina de cuidado facial sérums, cremas y mascarillas para hidratar la piel, mucho mejor si son recomendaciones de un especialista en dermatología.
El ácido hialurónico y las ceramidas se encuentran entre los ingredientes que destacan en productos cosméticos hidratantes. La miel es un ingrediente natural conocido por su poder humectante, en caso de que prefieras opciones más naturales.
Los cosméticos de la rutina de skincare, del limpiador al fotoprotector, deben ser específicos para cada tipo de piel.
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