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Decir Oasis es decir mucho más que “Wonderwall”. Es hablar de una banda que convirtió la arrogancia en estilo, que se volvió símbolo de los noventa y que supo dejar huella no solo en la música, sino también en la forma de vestir. Entre himnos de estadio y peleas legendarias, los Gallagher moldearon una estética que hoy sigue tan vigente entre sus fans y fuera de ellos.
La decáda de los noventa se definió por: el minimalismo, el revival setentero y el grunge; pero también por la cultura britpop que puso a Reino Unido de vuelta en el mapa. Ahí, Oasis marcó distancia con un uniforme que decía: “no somos estrellas de Hollywood, somos chicos de Manchester”. El arma secreta: chamarras deportivas, parkas militares y, por supuesto, sneakers Adidas.
Así como “Live Forever” se convirtió en un manifiesto generacional, las Gazelle y las Spezial se transformaron en una constitución de estilo. Eran cómodas, accesibles y auténticas, un eco de la “working class” de la que Oasis nunca renegó.
Hoy, con los hermanos Gallagher llegando a México para dos fechas en el Estadio GNP, ese uniforme vuelve a ocupar su lugar en los escenarios —y las calles—. Verlos de nuevo tomando los instrumentos es para nosotros desempolvar la parka, las gafas oscuras y un par de Adidas para confirmar que su estética sobrevivió al tiempo mostrando la misma fuerza de un himno coreado en masa.

Los Gallagher como íconos de estilo
La historia de Oasis puede contarse en riffs de guitarra, portadas icónicas y peleas interminables de Liam y Noel. Pero también puede narrarse desde la ropa. El estilo Gallagher era tan reconocible como su música:
- Liam con su silueta desafiante, el cuerpo inclinado hacia adelante, micrófono arriba y una parka militar que lo envolvía como armadura.
- Noel, en cambio, con un aire más sobrio, casi de vecino que llega al pub después del trabajo, pero que sabía dar con la tecla exacta de la sobriedad cool.
El contraste fue crucial para definir su identidad visual: dos hermanos que vestían diferente, pero que juntos encarnaban el uniforme de una generación.
Mientras el mundo miraba a Kurt Cobain, el grunge estadounidense e imponía las camisas de franela, en Reino Unido los Gallagher marcaron otro camino: un look callejero, urbano, más cercano al fútbol que a la contracultura universitaria. Y en ese lenguaje visual, Adidas jugó un papel central.
No buscaban verse aspiracionales ni sofisticados. Su ropa no gritaba lujo, sino autenticidad. Era el look del chico de Manchester que podías cruzarte en la esquina, pero convertido en fenómeno global gracias a canciones como “Champagne Supernova” o “Stand by Me”. Eso los volvió íconos: su estilo era tan alcanzable como imposible de ignorar.

Britpop en clave de moda
La “Batalla del Britpop” de 1995 —Oasis con “Roll With It” contra Blur con “Country House”—, no solo se jugó en los charts, también se libró en la ropa. La estética de cada banda era una declaración política y cultural.
En ese ring, Oasis se plantó con un uniforme directo y sin adornos, era la traducción visual de la clase trabajadora de Manchester: chicos de pub, fanáticos del fútbol, desafiantes, accesibles. La ropa decía lo mismo que sus canciones: “no necesitamos lujos para ser más grandes que la vida”.
Blur, en cambio, representaba el sur, lo arty y universitario. Damon Albarn jugaba con polos Fred Perry, blazers ajustados y un aire más cosmopolita, como si Londres y sus galerías fueran el verdadero centro cultural.
Si Blur parecía preparado para una editorial, Oasis parecía listo para un partido del City en Maine Road. Ese contraste fue crucial para que los Gallagher se convirtieran en la voz de “los de abajo”, los que se reconocían en la ropa que llevaban puesta.
Pulp añadía un tercer polo con Jarvis Cocker vestido como un dandy excéntrico: trajes de terciopelo, camisas de seda y gafas enormes. Pero esa sofisticación irónica reforzaba aún más la crudeza Oasis: el hecho de que los Gallagher no necesitaran disfrazarse para ser auténticos.
En la batalla estética del britpop, Adidas y la banda ganaron la contienda porque representaban lo real, lo cotidiano y lo que cualquiera podía vestir sin esfuerzo. Ahí está el secreto de su permanencia: mientras los demás jugaban a ser personajes, Oasis era Manchester en su forma más pura.
Adidas x Oasis: de la calle al mito
Lo que comenzó como una elección natural de estilo, se transformó con el tiempo en un legado que la marca no dejó pasar. En los últimos años, Adidas Spezial ha relanzado modelos inspirados directamente en Liam Gallagher, como las LG SPZL, diseñadas en colaboración con él en 2019. La edición limitada, con un aire retro y detalles que evocaban a las Gazelle, se agotó en minutos y demostró el poder que el cantante todavía ejerce en el mercado.
Más allá de esa colaboración puntual, Adidas ha mantenido una relación constante con el imaginario Gallagher: cada vez que Liam aparece en festivales como Glastonbury o Reading con un nuevo par, la prensa y los fans comentan tanto su setlist como sus sneakers. El fenómeno es tan fuerte que incluso en los foros y comunidades de coleccionistas de zapatillas, estos modelos se convierten en objeto de culto.
El legado también está en cómo la estética Gallagher fue absorbida por la moda contemporánea. Lo que alguna vez fue look de las clases bajas hoy es reinterpretado en pasarelas: parkas militares en Dior, sneakers retro en Gucci, gafas redondas en Saint Laurent. El uniforme Oasis dejó de ser calle y se convirtió en inspiración de lujo, pero mantuvo esa aura de autenticidad que lo distingue de otros revivals noventeros.
De alguna manera, esta dupla se inventó sin proponérselo la figura del “anti-influencer”: alguien que nunca buscó dictar tendencia, pero que al ser fiel a su estilo terminó marcando la pauta.
Un código visual global
El vínculo trascendió Manchester y la década de los noventa. Su estética se convirtió en un código visual global: un parka, unos sneakers, una actitud desafiante y ya eras parte de una tribu. Lo mismo podía verse en un pub inglés que en un concierto en Tokio o un festival en Latinoamérica.
Bandas como “Kasabian", "Arctic Monkeys" o incluso los primeros "The Libertines" heredaron esa silueta Gallagher. Hoy, artistas de generaciones más jóvenes siguen recurriendo a Adidas como una forma de autenticidad, desde “Yungblud” hasta las bandas indie en Estados Unidos. El legado no es solo musical: es estético, es cultural, es un idioma visual que se entiende en cualquier parte del mundo.
La moda contemporánea vive obsesionada con los archivos y el revival de décadas pasadas. En ese contexto, Oasis ocupa un lugar privilegiado: sus looks no envejecieron, no se ven disfrazados, se sienten atemporales. Adidas encontró ahí un filón que le ha permitido mantener vivos modelos clásicos, ahora deseados por una nueva generación que quizás nunca escuchó “Supersonic” en tiempo real, pero que entiende la vibe Gallagher al instante.
El impacto se mide también en vivo. Con Liam y Noel Gallagher y el lleno total de “Live 25”, quedó claro que la relación entre moda, música y actitud no se ha roto. Miles de fans replicaron ese uniforme —parka, sneakers Adidas, gafas oscuras— confirmando que la estética Oasis no es un recuerdo noventero, sino una fuerza cultural que sigue vigente.
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Live Forever: la moda también eligió a Oasis
Treinta años después de aquella histórica “Batalla del Britpop”, la respuesta no está en los charts, sino en las calles y los escenarios. Mientras Blur llevó el polo Fred Perry y el blazer al mundo del estilo intelectual, y Pulp coqueteaba con un dandy postmoderno, Oasis se llevó la corona en términos de influencia duradera en la moda. Su look callejero, directo y auténtico —parka militar, sneakers Adidas, jeans rectos y gafas redondas— trascendió la década y sigue siendo referencia obligada.
El uniforme Gallagher no sólo sobrevivió al tiempo, sino que se reinventó: Adidas Spezial sigue relanzando modelos inspirados en ellos, y fans alrededor del mundo replican ese estilo en festivales, conciertos y streetwear diario. La estética de Oasis se convirtió en un código visual global. La ropa que alguna vez parecía de pub y estadio hoy convive con el high fashion en editoriales y pasarelas, confirmando que lo auténtico nunca pasa de moda.

En el contexto actual, con la banda regresando luego de una pelea en Francia, es imposible que el look sigue vivo. Miles de fans han replicado inconscientemente el mismo uniforme que se impuso hace tres décadas. La postal es clara: Oasis no solo marcó la música de una generación, sino también la forma en que esa generación, y las siguientes, se ven a sí mismas frente al espejo.
La batalla estética del britpop tiene un ganador indiscutible: Oasis convirtió su estilo en una declaración que superó modas pasajeras y contextos culturales. Blur y Pulp quedaron como capítulos de culto, pero el uniforme crudo, desafiante y auténtico de Oasis sigue dominando. Porque mientras las canciones pueden sonar y desaparecer, el estilo Gallagher está destinado a “Live Forever” en la moda.

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