El envejecimiento del cabello es un proceso natural que, tarde o temprano, todos enfrentamos.
Las canas también pueden presentar desafíos estéticos, especialmente cuando adoptan un tono amarillento poco favorecedor. Para evitar el cambio de color, en De Última te decimos cómo puedes preservar su belleza natural y mantenerlas radiantes.
¿Qué son las canas y por qué aparecen?
Las canas son cabellos que han perdido su pigmentación natural, porque se reduce la producción de melanina, proteína responsable del color del pelo. Este fenómeno, conocido como canicie, está relacionado con la disminución o inactividad de los melanocitos, células de los folículos pilosos.
De acuerdo con la Academia Española de Dermatología y Venereología, aunque la edad es el principal factor, en su aparición también influyen la genética, el estrés, enfermedades autoinmunes, deficiencias nutricionales y el daño oxidativo.
¿Por qué las canas se vuelven amarillas?
Una vez que el pelo ha perdido su pigmento natural, su fibra se vuelve más porosa y vulnerable a factores externos. Esto provoca que las canas, inicialmente blancas o plateadas, adquieran una tonalidad amarilla debido a factores como la exposición al sol, la contaminación y el humo del cigarro, alterando su color.
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El portal de Garnier destaca que el uso de productos inadecuados como champús con sulfatos, aguas duras o con mucho cloro, y el uso excesivo de calor pueden provocar oxidación. La falta de limpieza también favorece la acumulación de minerales o residuos de productos capilares.
¿Cómo evitar que las canas se vuelvan amarillas?
Prevenir el amarilleamiento de las canas requiere una combinación de protección, higiene y productos adecuados:
- Utiliza champús matizadores: Los champús morados o azules neutralizan los tonos amarillos, devolviendo un brillo blanco o plateado al cabello.
- Evita la exposición excesiva al sol: Utiliza sombreros, pañuelos o productos capilares con filtro UV cuando te expongas al sol.
- Utiliza mascarillas nutritivas: Las mascarillas con ingredientes como aceites de argán, coco o manteca de karité nutren la fibra capilar, la sellan y evitan que absorba contaminantes.
- Dieta equilibrada: Vitaminas como la B12 y la E, y minerales como el zinc y el hierro, favorecen la salud del folículo piloso y reducen el riesgo de envejecimiento prematuro.
- Evita fumar: El humo del tabaco mancha las fibras capilares y acelera la oxidación, lo que promueve el tono amarillento en las canas.
Las canas forman parte del proceso natural de envejecimiento capilar, pero pueden mantenerse sanas y con un aspecto brillante si se cuidan adecuadamente. Aceptarlas es un acto de autenticidad, pero cuidarlas es también una forma de respeto hacia nuestra imagen y bienestar.
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