El arqueólogo e investigador Fernando Cortés de Brasdefer acudió a comparecer hoy ante el Órgano Interno de Control del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), tras sus declaraciones y denuncias acerca de la destrucción del patrimonio en las obras del Tren Maya, específicamente en el tramo 7.
Su comparecencia fue en las oficinas del INAH de la calle Hamburgo 135, Ciudad de México. A su llegada, un grupo de 30 trabajadores de distintos sindicatos del INAH lo estaban esperando, el cual se manifestó por los hechos y pidió a las autoridades del INAH detener la persecución académica y respetar la libertad de expresión.
Tras ingresar a las instalaciones del INAH, Cortés de Brasdefer reveló que su declaración fue escrita, la cual fue entregada al Órgano Interno del INAH por su abogado, Alfonso Figueroa. El arqueólogo expresó que se siente bien, ya que sabe que tiene la razón, pero existen intereses políticos alrededor del Tren Maya.
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“Lo que está en boga aquí en mi caso es una venganza política, yo tengo la razón. Espero que haya una resolución coherente en el asunto, profesional. Pero en estos tiempos ya no sabemos lo que pueda pasar”, apuntó.
El arqueólogo señaló que esta primera declaración fue por escrita, por lo que no tuvo que rendir declaración de manera oral o presencial. “Se entregó un documento que refuta las acusaciones que me hacen, son ellos los que tienen que mostrar pruebas de lo que se me acusa. Me dijeron también que me informarán en 15 días el avance del caso, darán su resolución en dos semanas”, reveló.
Cortés de Brasdefer adelantó que su defensa tiene preparado la declaración de tres testigos, así como evidencia de la destrucción de patrimonio en el Tren Maya.
“Quieren terminar con lo que empezaron, Diego Prieto quiere terminar con el Tren Maya, aunque está inaugurado, no está terminado, lo mismo con mi caso, se trata de acabar con lo que afecte a la autoridad”, señaló.
melc