Aún con las discrepancias de visiones ante la figura de Agustín de Iturbide y la conmemoración de la consumación de la Independencia, y por otro lado, el enaltecimiento a la figura de Miguel Hidalgo como el verdadero padre de la Independencia de México, la historiadora Josefina Zoraida Vázquez asegura: "ya no existe la historia oficial porque nosotros (los historiadores) nos hemos dedicado a destruirla”.
La doctora en Historia y Premio Nacional de Ciencias y Artes 1999 señala en entrevista que “aún la historia oficial todavía persiste porque los malos políticos y los malos profesores son todavía los que cuentan la historia oficial”; sin embargo insiste en que “no se puede cambiar el pasado, no podemos escoger que exista una sola versión de la historia; tiene que ser la historia que resulta de la consulta de archivos. No fue como quieren que sea, lo que pasó, pasó, es el pasado y no podemos cambiarlo”.
A propósito de la traducción del capítulo “ De la independencia a la consolidación republicana ” que Josefina Zoraida Vázquez escribió y que es el cuarto de los siete capítulos que conforman la obra “Nueva historia mínima de México” publicada por El Colegio de México y que desde finales de 2020 se traduce a las lenguas indígenas matlatzinca, maya, náhuatl y tlahuica, la historiadora insiste que no es posible cambiar los hechos del pasado para acomodarse al contexto nacional e internacional.
“Hoy cuando todo mundo insistir en cambiar la historia, yo digo que no se puede violentar, que ya ocurrieron las cosas y no podemos hacer como que no existieron. Debemos investigar a ver qué es lo que vale la pena y para llegar a ser medio objetivos hay que trabajar mucho; es verdad que no es posible ser objetivo porque en realidad cada quien ve las cosas de distintas manera pero los historiadores vemos una historia que los políticos no están viendo”.
La profesora e investigadora emérita de El Colegio de México , asegura que dentro del contexto nacional e internacional la consumación de la independencia de México fue muy difícil, “Miguel Hidalgo no era un revolucionario, era violencia pura, no se puede descubrir pero si Hidalgo pronunció ‘vamos a matar gachupines’, pues no fue muy grato eso, fue lanzarse a una revolución para matar gente, cuando en realidad todo mundo quería terminar ya el virreinato”.
Dice que el ambiente en España y en Europa ya estaba contra las revoluciones y no era necesario una porque los españoles residentes y comerciantes se daban cuenta que convenia la independencia y todos estaban de acuerdo.
“El llamado a matar gachupines lo que hizo si lo hizo fue que alargó la guerra y la hizo muy violenta, once años de guerra, se murió tanta gente para los 6 millones y medio de habitantes que había, imagínese si puede servir de algo cambiar eso para glorificarla, pues no”, afirma la historiadora, quien apunta además que el propio Miguel Hidalgo era criollo, que su padre era español también.
“Hidalgo no quería a exponer a su padre a que lo mataran. No sé por qué tiene uno que tomar partido, ya fue lo que fue, ya pasó, le guste a uno o no. Algunos de mis alumnos me dicen: ‘Agustín de Iturbide me cae gordo’, yo le digo ‘aunque te caiga gordo el que hizo la independencia fue Agustín de Iturbide”.
Ante la pregunta de por qué esa instancia de este gobierno de señalar que Iturbide no fue el consumador de la independencia y más bien que la independencia la hizo once años atrás Hidalgo con el grito, Josefina Zoraida Vázquez asegura que lo dicen porque no saben de historia.
“No hay historias liberales, para hacer la historia va uno a los archivos o es que no saben, por eso nosotros en El Colegio de México hemos hecho varias historias mínimas de México porque se va corrigiendo la anterior, porque sabemos nuevas cosas, por eso tenemos la Historia General de México , que es más grande y se hizo para universitarios, y la ‘Nueva historia mínima de México’ para púbico en general y porque también va cambiando, porque sabemos más”, afirma la historiadora.
Josefina Zoraida Vázquez asegura que “De la independencia a la consolidación republicana”, el periodo que forma parte de la “Nueva historia mínima de México”, es sin duda uno de los periodos más difíciles y más olvidados de la historia de México porque fue “de puras perdidas y no logramos establecerlo, como no teníamos experiencia política y se hizo ese intento liberal”, concluye.
El proyecto “Nueva historia mínima de México” traducida a las lenguas indígenas matlatzinca, maya, náhuatl y tlahuica, lo empezó a planear El Colegio de México hace dos años como parte de la conmemoración de su 80 aniversario, con la colaboración de la SEP y las Universidades Interculturales del Estado de México y Maya de Quintana Roo, de donde provienes los traductores en lenguas indígenas.
Esta obra ha sido traducida a diferentes lenguas extranjeras : ruso, coreano, inglés, tailandés, farsi y malayo, pero no se había traducido en México a nuestras propias lenguas; incluso el proyecto es más ambicioso aún: en el futuro cercano, la “Nueva Historia Mínima de México” se traducirá al yaqui y ya existen sugerencias para trabajar en otras lenguas de nuestro país.
Gabriela Said, directora de Publicaciones de El Colegio de México, asegura en entrevista que este proyecto tiene aproximadamente un par de años fraguándose es esta institución que tiene una larga tradición de estudios de investigación acerca de las lenguas indígenas de México.
“Tenemos el Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios que tiene una parte muy importante de análisis y de estudios de las lenguas; varios de nuestros académicos se dedican al estudio de varias lenguas indígenas, tenemos también un laboratorio de estudios fónicos en donde se realiza el análisis de las lenguas originarias desde el punto de vista fonético pero también hay estudios de gramática, de lingüística y tenemos una colección de libros que data de los años 70 y sigue viva, que es el archivo de las lenguas indígenas, dirigido por la doctora Yolanda Lastra , digamos que para el colegio el tema de las lenguas indígenas no es algo nuevo, lo que es nuevo es la traducción de uno de los libros que es de los más importantes y emblemáticos de México”.
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