José Carlos Acosta Ruiz, alcalde de Xochimilco, reveló que a él no se le comunicó el traslado de las colecciones del Museo Dolores Olmedo, ubicado en La Noria, Xochimilco, a su nueva sede en Parque Aztlán, en el bosque de Chapultepec.
“No me han convocado, no he tenido una sola notificación, no he recibido ninguna invitación y no tengo ningún llamado, porque efectivamente la Alcaldía Xochimilco debe ser partícipe de lo que doña Lola determinó y nunca he sido convocado”, declaró Acosta en entrevista con EL UNIVERSAL.
Si bien el Museo Dolores Olmedo es privado, la participación del alcalde de Xochimilco es relevante en la mudanza del museo —proyecto controversial por contravenir la voluntad de la coleccionista de arte y empresaria—, pues es miembro del patronato del Fideicomiso Museo Dolores Olmedo.
Lee también: Muere el sociólogo francés Alain Touraine a los 97 años
En el “Contrato de Fideicomiso denominado Museo Dolores Olmedo Patiño”, al que EL UNIVERSAL tuvo acceso, se indica que el fideicomisario es “el pueblo de México” y que el fideicomiso será gestionado por un Comité Técnico, presidido por el hijo de la mecenas, Carlos Phillips Olmedo, e integrado exclusivamente y de forma vitalicia por “los cuatro hijos y los cuatro nietos” de Dolores Olmedo y sus respectivos descendientes en línea directa.
Por tratarse de un “negocio familiar”, sorprendió el proyecto de traslado por no respetar la voluntad de Olmedo. En el contrato del Fideicomiso se lee en múltiples ocasiones que la colección y el museo son inamovibles. Por ejemplo, en la décimo primera cláusula se indica que “los bienes fideicomitidos siempre se mantendrán juntos y en su mismo domicilio”.
Sin embargo, Dolores Olmedo no dejó cabos sueltos al establecer un patronato, que entre sus facultades está “vigilar que se preserve el ideal de la señora OLMEDO y su donación, así como todos los bienes artísticos, culturales, económicos, que forman parte de ella, para cumplir con los fines del Fideicomiso, para lo cual podrán exigir rendición de cuentas al Comité Técnico y al Director General”.
El patronato está presidido de manera honoraria por Carlos Salinas de Gortari e integrado por un grupo de reconocidos empresarios, como Carlos Slim Helú, Emilio Azcárraga Jean, Manuel Arango y Carlos Hank Rhon. Sin embargo, también lo integran dos funcionarios públicos, el alcalde de Xochimilco y el Secretario de Hacienda y Crédito Público que estén en funciones, a quienes sí se les podría pedir rendición de cuentas, explicó el especialista en derecho cultural, Luis Cacho.
Al preguntarle sobre la situación que rodea al recinto, el alcalde de Xochimilco declaró que “no ha habido una claridad en la forma de cómo se está manejando todo este traslado y este proceso” y que ese hecho le causa preocupación.
Lee también: Contaminación digital: otro factor que incide en el cambio climático
“Más allá de que yo esté de acuerdo o no, es un tema que debe tener muchas valoraciones. Bajo un testamento de doña Lola Olmedo (se dijo) que su casa, sus obras iban a estar destinadas para que el pueblo de México pudiera conocer y enriquecer y esto no se está cumpliendo. Sí se falta a un precepto”, reconoció el alcalde de Xochimilco cuando se le preguntó si estaba de acuerdo con la mudanza.
El funcionario señaló que ni siquiera se le avisó que el museo trasladaría sus colecciones de Diego Rivera, Frida Kahlo y obra de Angelina Beloff y Pablo O’Higgins a una nueva sede, acción que, asegura, afecta a los habitantes de Xochimilco porque “se pierde un gran tesoro”. Pese a esto, Acosta indicó que de momento no emprenderá acción alguna, hasta enterarse bien del proyecto.
Se consultó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público su postura, pero al cierre de esta edición no hubo respuesta.
Pesar en los xochimilcas
Para algunos habitantes de Xochimilco, el cierre del Dolores Olmedo y el traslado de sus colecciones es una pérdida.
Oscar Musiño, de 63 años y propietario de un estudio fotográfico, solía hacer sesiones de fotos en el recinto. En una de esas sesiones, Musiño agradeció a Olmedo que lo dejara trabajar ahí dentro, a lo que ella respondió: “Lo obligo a que tome fotos aquí, este espacio es de los xochimilcas”, recordó.
“La familia está en su derecho. ¿Nos está dañando al pueblo de Xochimilco? Sí. Yo creo que como pueblo no podemos recuperarlo”, agregó.
Por su parte, Noé Jiménez, profesor de la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM y quien vive en Xochimilco, dijo que solía visitar cada martes el museo y explicó que tener acceso a las obras que ahí se exhibían lo orientó a elegir su carrera profesional.
“Me duele porque es el único museo (de arte) que tenemos en Xochimilco. ¡Qué no he visto ahí! Hasta pude ver a Rembrandt. Es una lástima”.
“Es una pérdida enorme. Es una de las razones por las que las personas iban a visitar el barrio. El Dolores Olmedo nos ponía en el mapa de la Ciudad de México y el que haya un museo en un lugar demuestra que ahí hay cultura”, agregó Gabriel, de 23 años, habitante de La Noria.
Los entrevistados también rememoraron la icónica Ofrenda de Muertos que atraía a multitudes y que ahora también se irá a Parque Aztlán.
El Museo Dolores Olmedo en Chapultepec comenzará a construirse el 30 de agosto de este año. La sede en Xochimilco reabrirá hasta 2024 como espacio para talleres y actividades.
Lee también: Una clase sobre el diseño de Carla Fernández, en el Franz Mayer