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Rostros surrealistas de niños, mujeres y hombres; animales marinos o enormes búhos añaden color al puerto chileno de Valparaíso, que cientos de grafiteros han convertido en una gigantesca galería al aire libre.
La calle Elías es una típica arteria de Valparaíso . Sus aceras estrechas suben y bajan serpenteando el turístico Cerro Alegre, como muchas de las pequeñas callejuelas que circundan las 42 colinas que despuntan en la ciudad.

Foto: Martin BERNETTI / AFP
En los últimos años, las paredes de sus casas se han transformado en lienzos en los que artistas locales y extranjeros han plasmado graffitis y murales, como una explosión de creatividad que "se fue dando con la necesidad de los jóvenes de salir a expresarse a la calle", cuenta a la AFP Sammy Espinoza, grafitero y diseñador gráfico.
Las centenares de escaleras, muchas también pintadas, los laberintos que se forman entre los cerros y los lugares que parecen abandonados convierten a Valparaíso en "la ciudad perfecta" para la creación, agrega este artista, que junto a Cynthia, su pareja, dejó Santiago hace más de una década para instalarse en este puerto y dedicarse al "grafiteo".
El dúo, que se hace llamar Un Kolor Distinto ha pintado obras monumentales como "Solsticio de verano", un mural de 22 pisos en el edificio Centenario, uno de los más altos de Valparaíso, con un surrealista rostro amarillo que se mezcla con frutas y verduras verdes y púrpuras, y que hoy se ha convertido en un destino obligado para los miles de turistas que visitan cada día este lugar.

Foto: Foto: Martin BERNETTI / AFP
La pareja pintó también muros de otros tres edificios que, aunque de menor envergadura, mantienen el llamativo colorido que caracteriza su obra, mundos imaginarios que logran con pintura en spray, de aceite y crayones.
En Valparaíso, "mezclar el graffiti con el muralismo, hacer 'street art' , ya empezó a evolucionar y a llegar a lo que es ahora, una galería al aire libre", cuenta Cynthia.
akc