“Lo que me fascina de este mercado-ciudad es su inmensidad, fotogenia y que aglutina a miles de personas que allí trabajan”, asegura Ernesto Ramírez, el fotodocumentalista que en 1996 quedó atado a la Central de Abasto. “El lugar me ‘capturó’ (luego yo lo hice a través de la mirada), me sedujo y cautivó; quedé tan sorprendido que decidí apropiármelo, hacerlo mío”.

De su archivo —compuesto por alrededor de 3 mil negativos y realizado a través de varios años— en un proceso de trabajo de cinco años —de 1996 a 2001 y que concluyó con la beca de Jóvenes Creadores en 1998 con la tutoría de Mariana Yampolsky—, Ramírez extrajo 21 impresas y una proyección de otras 60 imágenes que conforman la exposición Viaje al centro del Abasto, que se inaugura el próximo sábado 7 de junio, a las 13 horas, en la Fundación María y Héctor García, situada en Cumbres de Maltrata 581, colonia Periodista.

Cuenta Ramírez que intentó registrar las relaciones sociales entre las personas, principalmente trabajadores; “para muchos de ellos que llegan antes del amanecer y salen cubiertos por la noche, la Central lo es todo. Otro aspecto de mis búsquedas fueron sus rituales y la cultura del relajo que poseen los mercados; y su rica y vital vida cotidiana. Nunca me interesó develar los bajos fondos o testimoniar los mitos que ‘carga’ la Central, como que en sus sótanos hay juegos de azar o prostitución”.

Lee también:

Organizó sus recorridos por naves: abarrotes, frutas y legumbres, flores y hortalizas..., luego por fechas clave, donde el auge de las ventas y la circulación aumenta; y al final por fiestas y rituales, “la cultura del ‘relajo’ como forma de relajamiento, personajes, accidentes y un vuelo en helicóptero para mostrar su monstruosidad.

La muestra es un diálogo con Héctor García, “para los fotógrafos documentalistas que tenemos pasión por ‘vagar’ y vivir la ciudad es todo un referente e inspiración”. Dice que sus íconos, El niño en el vientre de concreto, Nuestra señora sociedad, Paso a la luz o Tláloc, son monumentos de la fotografía documental y ‘dialogar con el maestro’ permite actualizar mi trabajo”.

“Esta serie es fundamental dentro de mi trayectoria de más de tres décadas; en ella hay un aprendizaje de cómo realizar proyectos documentales de largo aliento a través de la investigación visual y proyección de espacios y momentos fotografiables. Hay una mirada madura con las preocupaciones y obsesiones de mi posteriores trabajos”.

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

Comentarios