A la entrada de la exposición "Todo se sabe: el cuento de la creación de Gabo", en la Biblioteca Nacional de Colombia, aparecen de un lado un mapa que presenta la primera referencia documental de una finca bananera llamada Macondo, y del otro, una acuarela de Débora Arango, El tren de la muerte. Son dos objetos que remiten a la Masacre de las Bananeras, relatada por en "Cien años de soledad", y que marcan, en gran medida, el énfasis de la muestra: la relación del escritor con la historia de Colombia, y los ecos del país en sus libros y en su vida cultural y política.

El 23 de abril en Bogotá se inauguró esta exposición, que se basa en los archivos del Nobel de Literatura colombiano que guarda desde 2015 el Harry Ransom Center de la Universidad de Texas, en Austin (HRC), pero también en los fondos de la propia Biblioteca Nacional, y en otras colecciones privadas y públicas de ese país. Representa el inicio de los eventos conmemorativos por centenario del nacimiento de García Márquez, el 6 de marzo de 1927, en Aracataca, Magdalena.

Carlos Fuentes, Rubén Blades, Gabriel García Márquez, Carlos Monsiváis y Pedro Valtierra. Foto: Cortesía de Harry Ransom Center, Universidad de Texas en Austin, Archivo de Gabriel García Márquez.
Carlos Fuentes, Rubén Blades, Gabriel García Márquez, Carlos Monsiváis y Pedro Valtierra. Foto: Cortesía de Harry Ransom Center, Universidad de Texas en Austin, Archivo de Gabriel García Márquez.

La exhibición fue curada por el sociólogo e investigador Álvaro Santana-Acuña, autor de "Ascenso a la gloria" (Ascent to Glory: How ‘One Hundred Years of Solitude’ Was Written and Became a Global Classic); y quien también curó las muestras previas basadas en el archivo del Ransom Center que se expusieron en Austin (2020) y en la Ciudad de México (2022).

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Álvaro Santana-Acuña, durante el montaje de la exposición. Foto: de  Carlos Ortega. EFE
Álvaro Santana-Acuña, durante el montaje de la exposición. Foto: de Carlos Ortega. EFE

La exhibición en Colombia —organizada por el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, la Biblioteca Nacional, la Fundación Gabo y el HRC— ha crecido respecto a las anteriores: incluye 450 objetos en siete salas del edificio, una de las cuales es nueva y está dedicada a Colombia. Santana-Acuña debió realizar una curaduría adicional en el Ransom Center.

Algunas novedades son el manuscrito final total de "En agosto nos vemos"(2024); el manuscrito completo de "Cien años de soledad" impreso en facsimilar; cartas a amigos y a presidentes; fotografías y mensajes con personajes como Shakira, y retratos con amigos como Carlos Monsiváis, Rubén Blades y Carlos Fuentes. En esta muestra resultan muy atractivos sus dibujos, creados durante la adolescencia y la infancia; pero también los detalles y fotografías sobre el doloroso episodio de su salida de Colombia, a inicio de los años 80, cuando tuvo que exiliarse en México.

Aspectos de la exhibición "Todo se sabe: el cuento de la creación de Gabo". Foto: EFE.
Aspectos de la exhibición "Todo se sabe: el cuento de la creación de Gabo". Foto: EFE.

Ante el personaje y su obra, cada uno muy poderoso. ¿Cómo sostener un equilibrio?

Efectivamente, la exposición te muestra cómo García Márquez, más cuando se vuelve tan famoso por "Cien años de soledad", comienza a recibir un montón de peticiones, invitaciones y cartas de fans, y tiene que tomar un poco de distancia de ese ruido. Pero lejos de retirarse de la vida pública, incrementa su compromiso, y en la exposición se presenta ese deseo suyo de ser un embajador político y cultural.

Volvemos a exponer la declaración que Gabo hizo tras el asesinato de Luis Donaldo Colosio, en México, y también su declaración sobre el asesinato del candidato presidencial Carlos Pizarro, en Colombia. Mostramos cómo Gabo utiliza su fama para tratar de solucionar algunos de los grandes problemas de Colombia, como la guerrilla y el Proceso de Paz, y de América Latina, como sus reflexiones sobre el Movimiento Zapatista o las reivindicaciones indígenas en Guatemala, o su relación con el presidente Bill Clinton para tratar de eliminar el bloqueo de Estados Unidos sobre Cuba.

Los colombianos pueden ver cómo un escritor de su país logró trascender las fronteras, y ser querido y amado por el público y artistas en otros países. Precisamente la tesis central de la exposición es explicar cómo García Márquez se convierte en un escritor global.

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Muchas personas han descubierto con la exposición la importancia que tuvo la Ciudad de México en la efervescencia del boom latinoamericano, cómo ayudó a que García Márquez pudiera escribir Cien años en soledad, gracias a ese grupo de intelectuales y artistas agrupados en torno a Rita Macedo y Carlos Fuentes que se llamaba La Mafia.

Carlos Fuentes, Rubén Blades, Gabriel García Márquez, Carlos Monsiváis y Pedro Valtierra. Foto: Cortesía de Harry Ransom Center, Universidad de Texas en Austin, Archivo de Gabriel García Márquez.
Carlos Fuentes, Rubén Blades, Gabriel García Márquez, Carlos Monsiváis y Pedro Valtierra. Foto: Cortesía de Harry Ransom Center, Universidad de Texas en Austin, Archivo de Gabriel García Márquez.

¿Esta versión de la muestra enfatiza más en su papel en la política colombiana y mundial?

Sí, hemos ampliado la sección dedicada, por ejemplo, a la relación, criticada y elogiada, con la Revolución Cubana y con Fidel Castro; o tenemos cartas de prisioneros políticos que le piden a Gabo que interceda por ellos. Tenemos una muestra de su periodismo militante en la revista Alternativa, donde criticó las dictaduras en América Latina; exponemos el documento “¿Qué es lo que pasa en Colombia?” (1989), donde reflexiona sobre el momento en que los carteles del narcotráfico están sumiendo al país en una grave crisis social y de violencia.

¿Qué otros detalles de Colombia se incluyen?

Al entrar a la exposición, a la derecha, tienes un mapa del Archivo de la Universidad Nacional donde hace poco unos investigadores descubrieron que en la región que rodea Aracataca aparece una finca bananera con el nombre de Macondo; es la primera evidencia documental y es un documento excepcional. A la izquierda tienes la acuarela de Débora Arango, El tren de la muerte, del Museo de Arte Moderno de Medellín. Era muy importante contextualizar el episodio de la Masacre de las Bananeras que sigue siendo traumático para Colombia y América Latina, y que es tan fuerte en la obra de García Márquez; esto ha quedado muy, muy emotivo.

Cuéntanos de los dibujos de García Márquez…

Yo sabía que García Márquez había dibujado de niño; pero me imaginaba que eran dibujitos. Y me quedé absolutamente anonadado porque, efectivamente, la primera pasión creativa de García Márquez fue el dibujo; y era un muy buen dibujante. Se pueden ver los dibujos que hizo para una revista en el Liceo, cuando tenía apenas 14 años; todo el número de la revista, de principio a fin, lo ilustró él con más de 15 dibujos. Y tenemos dibujos del Gabo muy niño, en los que copia modelos de pajaritos. Si hubiera querido, podía haber tenido una carrera como dibujante.

¿Qué importancia tiene en la exposición el manuscrito?

Los manuscritos de las obras de Gabo son las grandes estrellas de la exposición; incluso se ha incrementado la selección de manuscritos. Además de las tres versiones del manuscrito final de Cien años de soledad, que estuvieron en México, en la sala central de la Biblioteca, por primera vez, se ha puesto el manuscrito completo de "Cien años de soledad" impreso en facsimilar, en un libro tamaño carta, y es maravilloso ver las filas de personas alrededor de la mesa, esperando su momento para poder tocar el facsimilar de Cien años de soledad, leerlo y dejarse atrapar por esa obra tan maravillosa y clásica. En la siguiente sección tenemos los manuscritos de todas sus obras posteriores, incluido —y por primera vez completo— el de En agosto nos vemos.

Son 11 años de su muerte, casi 100 de su nacimiento, ¿cómo percibes la relación del público con Gabriel García Márquez?

Esa pregunta te la puedo responder con lo pasó el primer día de la exposición; vinieron ministros, embajadores, amigos de otros países; había jubilados, jubiladas, un profesor se trajo a sus estudiantes de universidad a escuchar la visita guiada. Había personal de la biblioteca, gente de todas las edades y de diferentes tipos de grupos sociales. Fueron más de mil visitantes. Entonces lo que yo siento es que, 11 años después de su muerte, García Márquez no deja de ser un escritor amado, querido y admirado.

¿Qué has aprendido al sumergirte en los archivos de Gabo?

En la curaduría adicional que hice para enriquecer la muestra en Colombia con objetos del Ransom me di cuenta de que García Márquez era alguien que se sentía latinoamericano desde la punta del pie hasta el último pelo de la cabeza, pero también que era alguien que se sentía muy colombiano, que amaba su patria. En estos documentos sentí mucho de su deseo y esperanza pero también de su dolor por no poder hacer más por su país. En la exposición emerge ese amor profundo que Gabo sentía por su país.

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