La situación que vive Ucrania desde el 24 de febrero de 2022, cuando el presidente ruso Vladimir Putin inició la llamada Operación militar especial, ha sido muy complicada, pero hoy atraviesa un momento crucial que la ha vuelto muy difícil por el contexto internacional actual, afirma el historiador y académico Jean Meyer, quien señala que la Unión Europea está debilitada por la extrema derecha y la llegada del presidente Donald Trump, al que llama “dictador del caos” y quien gestiona con su homólogo ruso el fin de la guerra en Ucrania. “Todo eso imposibilita profetizar el futuro de Ucrania. Lo único que se puede decir es que Ucrania no puede ganar contra Rusia”.
Para el colaborador de EL UNIVERSAL hay poca esperanza en la resolución del conflicto, pero dice que la posibilidad más humana es que “se congele el frente en la situación actual” para que no mueran más jóvenes.
Jean Meyer (Francia, 1942) publica Una guerra ortodoxa. Rusia, Ucrania y la religión, 1988-2024 (Bonilla Artigas), un análisis muy crítico de la alta dirección de la Iglesia Ortodoxa de Rusia, que formaba parte de su proyecto de sociología religiosa rusa, que la guerra contra Ucrania aceleró y cuya reflexión es el centro de esta entrevista.
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![Entrevista con el historiador y columnista de El Universal, Jean Metro, por su libro "Una guerra ortodoxa: Rusia, Ucrania y la religión, 1988-2024". (14/02/2025) Foto Hugo Salvador | El Universal](https://www.eluniversal.com.mx/resizer/v2/HTXY4KJNJBHYFPJN3DNIEXUFKI.jpg?auth=35f4cd3e0f266fab7de902962ffd373fd34f9668fb76b90857372709a27f84fa&smart=true&height=620)
¿La de Rusia contra Ucrania es una guerra santa o es una de poder político y eclesiástico?
El problema es que no hay manera de saber realmente qué piensa el pueblo ruso y qué piensan los soldados. Lo que sabemos es que el alto clero, el Patriarca y los obispos están en esa mentalidad de guerra santa, de fusión con el Estado. Cuidado, eso no significa que el Estado controle la iglesia, son dos potencias, dos poderes y la iglesia es muy fuerte, es muy rica, pero no significa que tenga una feligresía enorme. Ucrania no tiene el discurso de guerra santa; ningún obispo se ha atrevido a decir “el soldado ucraniano que muere defendiendo la patria, va al cielo”, como sí lo ha afirmado Putin, quien está muy cerca de la iglesia. Él en Navidad, en Semana Santa, en las grandes fiestas litúrgicas, siempre se hace retratar en primer plano con una vela prendida y el Patriarca Kirill asiste a los eventos políticos importantes. Es donde digo que hay una sinfonía entre el Estado y la Iglesia, y es un arma ideológica, es un arma política. En 2018, cuando el patriarca de Constantinopla reconoció la autonomía de la Iglesia Ortodoxa de Kiev, el patriarcado de Moscú rompió la comunión con la Iglesia Ortodoxa Rusa. Lo que ha dejado a las otras iglesias un poco estupefactas; algunas aprobaron el Patriarcado de Constantinopla, otras se quedaron calladas, esperando, y luego vino la guerra. En gran parte vino la guerra por esa combinación de las ambiciones de Putin de controlar al antiguo espacio soviético y Ucrania, y las ambiciones del patriarcado de Moscú de controlar las iglesias ortodoxas mundiales.
¿Es posible que llegue la paz, ante lo que usted llama sinfonía entre el Estado y la Iglesia?
Ellos no van a ceder nada, hubieran podido ceder algo únicamente en caso de una derrota militar, por lo menos sería una situación muy difícil. No es el caso. No es el caso porque Occidente efectivamente ha permitido ese milagro que Ucrania resistiera. Es un pequeño país que tiene hoy menos de 40 millones de habitantes, porque 8 millones huyeron al extranjero, contra Rusia que era una potencia mundial con más de 140 millones de habitantes. Los ucranianos están matando soldados rusos y siguen, pero Occidente no ha dado a Ucrania los medios para ganar esa guerra.
![Una guerra ortodoxa. Rusia, Ucrania y la religión, 1988-2024 es un análisis muy crítico de la alta dirección de la Iglesia Ortodoxa de Rusia. (14/02/2025) Foto: Especial](https://www.eluniversal.com.mx/resizer/v2/ZLKFPKHKF5GJLJW4X45SIY6VNM.jpg?auth=bd4cd866297cfd6fd8f747245e8348ff4b5536c12dd95d3116f10bda5fd80b3d&smart=true&height=620)
¿Qué implica la entrada del presidente Donald Trump?
Es la llegada del rey el caos, el dictador del caos al poder en Estados Unidos, Trump. Y si mañana suspende la ayuda militar a Ucrania, Ucrania no podrá resistir. Y nadie puede predecir lo que va a hacer Trump, quiere hacer de Gaza un Cancún, una Riviera Maya. Y suspendió al mundo entero la ayuda civil, humanitaria, de alimentos que para Haití era esencial, para los palestinos de Gaza era esencial, el programa USAID, la tercera parte de los alimentos que recibía Gaza venía de Estados Unidos y Ucrania recibía también ayuda importante, no militar, sino humanitaria de ese programa que era importantísima. Trump la suspendió. Pues si mañana Trump suspende la ayuda militar, y es capaz, es capaz para obligar los ucranianos a sentarse a la mesa, todo terminará y puede ser muy malo. Trump prometió que si él llegaba, en 24 horas llegaba la paz. Ahora dice “Bueno, es un poquito más complicado”.
¿Qué implican las llamadas de Trump a Putin y Zelensky?
Trump anuncia para mañana (hoy) una reunión en Munich entre “altos responsables de Rusia y EU”. Dice que “Ucrania está invitada”. Lo que esperaba Putin desde el fracaso de su Blizkrieg de hace tres años ha llegado. No esperaba el derrumbe de los soldados ucranianos, sino que Occidente aventara la toalla. Con el regreso de Trump regresamos al Munich 1938 cuando París y Londres entregaron en bandeja de plata Checoslovaquia a Hitler para ganar la paz. Fue una tregua.
Ahora Trump quiere firmar la paz sobre la espalda de los ucranianos. No escucha a los servicios de seguridad alemanes, polacos, baltos, escandinavos que dicen que, si cae Ucrania, “la guerra vendrá sobre nuestro suelo antes de 2029”.
¿Qué le queda hacer al presidente Zelensky?
Zelensky fue el primer jefe de Estado que felicitó a Trump y como dicen en francés, puso agua en su vino, diciendo “igual si hay que sentarnos a negociar, igual hay que lograr una suspensión de la guerra sin recuperar los territorios conquistados, reservándonos recuperarlos por vía diplomática para la próxima generación”. A su pueblo no le gusta, pero aún conserva su apoyo.
¿El pueblo de Ucrania quiere paz?
La gente está cansada de la guerra, tres años de guerra, no sé cuántos soldados muertos, pero hablan de 300 mil bajas, que significa muertos, heridos y desaparecidos. Los rusos tienen 700 mil, pero a los rusos les vale. A Ucrania hoy en día no solamente le faltan armas y municiones que suplen con la inteligencia de sus técnicos que han inventado drones que han obligado a la armada rusa a alejarse de Crimea y refugiarse en el Oriente del Mar Negro. Pueden fabricar drones, pero no soldados. Los soldados en el frente ya tienen tres años y los que todavía no están ahí no tienen ganas de ir. Los panteones ucranianos están llenos de tumbas frescas. La situación de Ucrania es muy, muy difícil.
¿Y Europa cómo queda?
Si Trump abandona a Ucrania, Europa no lo puede sustituir, no tiene ejércitos. Fuera de Inglaterra y de Polonia no hay ejército en Europa. Francia tiene una fuerza aérea, nuclear, puede mandar 25 mil soldados. Ucrania tiene 400 mil soldados en el frente y Rusia millón y medio. Ya hay tres estados de la Unión Europea: Hungría, Eslovaquia y un tercero, que simpatizan con Putin. Y las extremas derechas alemanas, austriacas, francesas también simpatizan con Putin. En Francia el gobierno está muy frágil, acaba de constituirse y sobrevivir el primer voto en la asamblea, Alemania que va a las elecciones el 23 de febrero está debilitada, Inglaterra es la que es más fuerte en dar apoyos a Ucrania, pero está fuera de la Unión Europea por el Brexit; así, dentro de Europa no hay un contrapeso político a las extremas derechas. Todo eso imposibilita profetizar. Lo único que se puede decir es que Ucrania no puede ganar contra Rusia. Si sobrevive en la situación actual, si se congela el frente en la situación actual, es lo que deseo para que no mueran más jóvenes ucranianos y más rusos, más que eso es difícil esperar.
¿Ve viable la reunión Trump-Putin?
Putin dijo que estaba dispuesto a encontrarse con Trump cuando sea, en donde sea. Pero Putin no quiere encontrarse con Zelensky, por eso digo que si hay negociación no va a ser triangular. Si no es triangular significa que Trump va a obligar a Rusia a aceptar lo que ellos van a decir sin consultar a los ucranianos.
¿Trump está lejos de Biden que decía que no cabía una negociación sin Ucrania?
Es la posición también de la Unión Europea. Pero hoy el mejor guion es el que evocó Zelensky, el equivalente de Panmunjom de la guerra de Corea. Negociaron rusos y americanos, a los coreanos no los tomaron en cuenta, lograron cese al fuego, no hay paz entre las dos Coreas, se congeló el frente. Ahora es lo mejor que podría pasar a Ucrania, que se congele la línea del frente, quizás con un pequeño arreglo porque Putin no puede aceptar que los ucranianos se quedan en territorio ruso y Ucrania tendría que dar eso, se quedarían en esa situación de tregua. ¿Qué significa? Que en cualquier momento la guerra puede volver a empezar. Ahora todo es posible.