La es un “instrumento de participación solicitado por la ciudadanía para determinar la conclusión anticipada en el desempeño del cargo de la persona titular de la Presidencia de la República, a partir de la pérdida de la confianza”, que se llevará a cabo mañana. Es posible porque por orden del presidente Andrés Manuel López Obrador se publicó el Decreto por el que se expide la Ley Federal de Revocación de Mandato, el 14 de septiembre de 2021, en el Diario Oficial de la Federación.

A raíz de la publicación del decreto, simpatizantes de Morena —partido que ostenta el poder— comenzaron a recolectar firmas para poder realizar la consulta de este domingo. Sin embargo, este hecho ha dividido a la sociedad mexicana y por ello EL UNIVERSAL convocó a miembros de la comunidad científica y cultural para que expresaran su posicionamiento sobre la consulta y dijeran si acudirán a las casillas; así como las motivaciones que los llevó a tomar esa decisión. Participaron la escritora Elena Poniatowska, el antropólogo Roger Bartra, el escritor Fabrizio Mejía, la crítica y escritora María Minera, el flautista Horacio Franco, el biólogo Antonio Lazcano, el historiador Lorenzo Meyer, el historiador de arte Cuauhtémoc Medina, el caricaturista Helio Flores y la poeta Malva Flores.


Elena Poniatowska:

Yo estoy a favor del ejercicio de revocación de mandato porque creo que entre más logremos elevar el nivel de la política en México y mientras más participe la gente de todos los días, la gente de la calle, más se va a enterar de lo que significa la política en nuestro país y se va a sentir y saber un actor de la vida pública, y eso es muy importante. La consulta de Revocación de Mandato es un ejercicio y es también la certeza que adquiere cada quien de ser tomado en cuenta. Yo votaré el próximo domingo, pero no llamo a votar a nadie, eso cada quien lo decidirá.

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Roger Bartra:

El proceso de revocación fue absurdamente aprobado e insertado en la Constitución y gestó una figura que es realmente antidemocrática y desorganizadora, en nuestro sistema no hacía falta eso, es una copia artificial de lo que han hecho algunos populistas en otros países. Aquí instintivamente la gente se dio cuenta que era una treta, que no es en realidad una revocación sino una reafirmación y, por lo tanto, ha sido muy criticado y no hay prácticamente fuerza intelectual, política o social fuerte que esté planteando participar. Es más que evidente que las urnas van a quedar bastante vacías, y el colmo del absurdo es que el revocatorio en lugar de ser algo a lo que llaman los opositores de un régimen porque lo quieren cambiar, es el fruto de un llamado de quienes no quieren cambiar al Presidente, entonces es un conjunto de absurdos. Yo creo que la gente más pensante no va a participar, entre intelectuales y políticos de la oposición predomina la idea de no participar en la farsa, lo cual es muy bueno. Hay que hacer un llamado a la ciudadanía a actuar con inteligencia y quedarse en casa el 10 de abril y no votar .

Fabrizio Mejía:

La revocación es una demanda de los ciudadanos desde hace varios años. Si hubiera habido revocación de mandato hubiéramos estado en la posibilidad de decir ‘esto no fue por lo que se votó’. Por ejemplo, en el sexenio de Enrique Peña Nieto, después de lo de Ayotzinapa, hubiera sido factible la petición de revocación de mandato. Ha habido muchas ocasiones perdidas, nos hubiéramos ahorrado muertos, matanzas y muchísima corrupción si hubiera existido este mecanismo de control vertical, ya que el control horizontal del Congreso no logra porque tanto diputados como senadores están en la espiral de la impunidad. Es muy importante democratizar la democracia, es decir, abrir espacios de participación directa que no solamente es la revocación de mandato, también son las consultas populares y plebiscitos, de tal manera que los ciudadanos podamos proponer iniciativas de ley. Todos esos mecanismos amplían la democracia que en las últimas tres décadas ha sido una democracia que en realidad es una partidocracia, es decir, depende de las burocracias de los tres partidos que existen.

María Minera:

Es una lástima ver cómo se ha torcido el uso de una herramienta que podría ser muy útil a la ciudadanía —en el caso de necesitar retirar de su cargo a un mal gobernante. Lo han vuelto un instrumento estéril, en el que no volveremos a confiar ni querremos volver a utilizar en el futuro. No votaré esta vez porque es un ejercicio retorcido, pues es una revocación que impulsa, perversamente, el primer interesado en no ser revocado, a sabiendas de que se quedará, una especie de simulacro de desalojo, pero que busca producir lo contrario: gran acogida. Creo que este país no está para simulaciones que encima cuestan lo que debería estarse gastando en las escuelas de tiempo completo y en medicinas, cosas que verdaderamente se necesitan con urgencia. Desde el mundo de la cultura no podemos ser parte de un teatrito burdo y costoso, cuando nuestros teatros se caen a pedazos o cierran, como Carretera 45 y Telón de arena, dos de los mejores espacios de teatro alternativo del país, que han debido cerrar por falta de apoyos.

Horacio Franco:

Se trata de un derecho que tenemos los ciudadanos. No es ningún capricho del Presidente ni una cuestión aislada, de hecho, la consulta se hace en muchos estados de Estados Unidos y otros países, y es bueno que se haga, porque sienta un precedente para los próximos gobiernos. Esto no tiene nada que ver con demagogia. El problema es que cualquier cosa que diga un mandatario ya es demagogia, pero esto es un mandato constitucional y no tiene que ver con manipulación o capricho de nadie. La consulta abona a la democracia del país porque estamos oyendo al pueblo, el problema es que la derecha manipulaba a la gente para votar, compraban el voto y hacía fraudes… y siempre consideraron al pueblo como una pléyade de segunda clase que no tenía derecho a opinar.

Antonio Lazcano:

Una medida de este tipo es muy útil en un sistema parlamentario, pero en uno como el mexicano, uno vota para que el Presidente lo sea por seis años. Evidentemente aquí de lo que se trata es de un ejercicio de vanidad. Para el Presidente es esencialmente un ejercicio de reafirmación política. Lo que es más interesante es ver cómo han manejado toda la campaña previa, al ver las decisiones de confrontar las prohibiciones que la ley establece, lo que quieren hacer es retar al INE y al Tribunal para decir: “miren, los podemos desafiar y no pasa nada”, lo cual es una actitud deshonesta. Este ejercicio no abona en nada a la democracia del país, es un gasto inútil que supera los mil 500 millones de pesos y cuando se ve el estado tan débil en que se encuentra el sistema de salud, por ejemplo, me parece un gasto inútil e irresponsable.

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Lorenzo Meyer:

Sí participaré en la consulta, porque en un sistema democrático la elección de Presidente, gobernador o presidente municipal no debe quedarse en eso; idealmente —y desde los griegos— la consulta entre los gobernantes y ciudadanos no se ceñía a un sólo momento en un periodo determinado, sino que era sistemático, según fueran saliendo los problemas o los temas. Esta es una de las maneras en un sistema moderno de tener la consulta con la ciudadanía más allá de la elección formal de algún funcionario. Quedarse en una sola ocasión en que el ciudadano puede, vía el voto, dar su posición en relación a un gobernante, es muy limitante.

Cuauhtémoc Medina:

No votaré porque este es un ejercicio demagógico, que ha sido usado malevolamente para desacreditar a la autoridad electoral, y configura lo que, siguiendo a Marx, llamamos bonapartismo: un régimen personalista sostenido por la pretensión de “salvar” a la patria, impuesto por la vía plebiscitaria. Este uso del voto plebiscitario para sostener gobiernos autoritarios es algo que sólo cínicamente se puede pretender de izquierda. La consulta es una operación autoritaria, que sólo refuerza la pretensión personalista de un ejecutivo que sistemáticamente traiciona y debilita las estructuras de democracia y legalidad que los ciudadanos construimos después del fraude de 1988.


Helio Flores:

Esto una manera de practicar la democracia. Desafortunadamente los mexicanos no estamos acostumbrados o no nos acostumbraron a eso los gobiernos anteriores y ahora que se nos presenta la oportunidad, muchos se espantan o no les conviene hacerlo, incluyendo a algunos funcionarios del INE, por otro tipo de intereses; pero en mi caso claro que voy a votar y lo haré con mucho gusto.

Malva Flores:

Se trata de un ejercicio demagógico que nunca debió efectuarse, no sólo porque su costo, en un país lleno de carencias, es un insulto, sino porque nos están llamando a desconocer la Constitución, que marca el periodo legal de los mandatos presidenciales. A menos, claro —y eso es lo más preocupante— que sea el inicio de lo que ya hemos venido viendo estos últimos meses: el desmantelamiento de las instituciones democráticas, esencialmente el INE, que es un árbitro imparcial. Mi llamado es a no participar en esta farsa y quedarnos en casa a esperar lo que constitucionalmente debe ocurrir: el fin del mandato de AMLO en 2024. Ni un día más ni un día menos.

¿Treta o derecho? Intelectuales reflexionan sobre la revocación de mandato
¿Treta o derecho? Intelectuales reflexionan sobre la revocación de mandato

FABRIZIO MEJÍA 
Escritor

“Nos hubiéramos ahorrado muertos, matanzas y muchísima corrupción si hubiera existido (antes) este mecanismo de control vertical”

¿Treta o derecho? Intelectuales reflexionan sobre la revocación de mandato
¿Treta o derecho? Intelectuales reflexionan sobre la revocación de mandato

María Minera
Crítica y escritora 

“Lo han vuelto un instrumento estéril, en el que no volveremos a confiar ni querremos volver a utilizar. No votaré esta vez, es un ejercicio retorcido” 

¿Treta o derecho? Intelectuales reflexionan sobre la revocación de mandato
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Cuauhtémoc Medina
Historiador de arte

“No votaré porque este es un ejercicio demagógico, que ha sido usado malevolamente para desacreditar a la autoridad electoral”

¿Treta o derecho? Intelectuales reflexionan sobre la revocación de mandato
¿Treta o derecho? Intelectuales reflexionan sobre la revocación de mandato

Lorenzo Meyer
Historiador 

“Participaré. Quedarse en una sola ocasión en que el ciudadano puede, vía el voto, dar su posición en relación a un gobernante, es muy limitante”