La pieza estrella es el tondo —llamado así por su forma redonda— “Nenúnfares”, pues es la primera obra de esta serie homónima que cuenta con 200 versiones. “Esta será justamente la pieza maestra que hará que el gobierno de París le pidiera (a Monet) los grandes formatos que ahora forman parte de L’Orangerie”, explicó el curador y director del Munal, Héctor Palhares.
“La exposición Monet. Luces del Impresionismo” ha dividido opiniones antes de que abra al público. La controversia es la cantidad de obras de Claude Monet, lo que para algunos usuarios de redes sociales y fans del artista consideran risible, pues hasta hicieron memes sobre el tema. Al respecto, Héctor Palhares indicó que la acotada exposición fue diseñada de esa forma para crear un ambiente más íntimo. Otro argumento que destacó fue que es una tendencia internacional que los museos hagan exhibiciones más pequeñas para retener la atención del público.
“Buscamos dentro de toda una serie de coordenadas, que pueden implicar cuestiones presupuestales, cuestiones culturales y una gran oportunidad de crear estos espacios de gabinete y exposiciones íntimas (...)”, subrayó Héctor Palhares.
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Sin embargo, la exposición se complementa con nueve piezas del Munal de artistas mexicanos, como José María Velasco, Carlos Rivera, Joaquín Clausell —quien conoció a Monet en su estudio—, Francisco Romano Guillemín, Armando García Núñez y Mateo Herrera, para establecer un diálogo o “espejo” entre el impresionismo en Europa y en México, dijo Palhares.
“Realmente (es), de manera metafórica, sentarlos a todos en una misma mesa para compartir un banquete, que es la luz y el color del paisaje”, agregó el curador y director del Museo.
También se harán conferencias con especialistas de la obra de Monet y los maestros del Impresionismo en México y Europa. La exposición permanecerá hasta el 27 de agosto.
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