En esta columna hemos advertido que en los últimos meses, la Secretaría de Cultura ha tenido un particular interés en Tlaxcala, que, en cierto sentido, se justifica porque se supone que es su nueva sede. La dependencia a cargo de Alejandra Frausto ha informado que el estado que gobierna Lorena Cuéllar es el invitado de honor de la Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia, que en el Palacio de Cultura se inauguró la muestra Indios conquistadores, que se le invitó también a participar en la convocatoria del Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico (PECDA) 2021, que llevó actividades teatrales al Palacio y se realizó la segunda edición de la Semana STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas por su siglas en inglés). Y esto sólo en lo que va de septiembre, más otras actividades en las que participan otros estados de la República. ¿Hasta qué punto esa condición de “sede” puede empezar a tocar los límites del influyentismo? ¿Se puede soslayar la buena relación que existe entre Frausto y Cuéllar?, ¿es una mera coincidencia y alineación de los astros que Antonio Martínez Velázquez, exvocero de Frausto, con acceso directo a la dependencia y a todos sus funcionarios, sea ahora el titular del Instituto Tlaxcalteca de Cultura? ¿La secretaria se lleva tan bien con el resto de titulares de Cultura de los estados?
Cumpleaños y nuevas tareas para “El Caballito Conservación”
Ocho años hace que “El Caballito, Conservación” llegó para quedarse. El grupo de defensores del patrimonio histórico de la Ciudad de México, entre los que estaba el fallecido historiador Guillermo Tovar de Teresa, la restauradora Lucía Ruanova Abedrop y José Carlos Canseco Gómez, creó la cuenta de Facebook que nunca cejó en su denuncia por los daños causados por una mala restauración a la estatua ecuestre creada por Manuel Tolsá, conocida justo como El Caballito. Ese grupo logró salvar la estatua de Carlos IV y se convirtió en observador principal del cuidado del patrimonio. Desde su sitio difunde, lucha, denuncia y cuestiona los usos y abusos de autoridades, empresas y particulares que atentan contra el patrimonio, y defiende lo que las autoridades muchas veces dejan de defender. Lo que hemos visto en fechas recientes con Paseo de la Reforma confirma le necesidad de voces críticas ante manejos poco transparentes del patrimonio.