"La situación del Centro Cultural Acapulco es del mayor interés para la Secretaría de Cultura del Gobierno de México. Es un tema que se ha platicado con la gobernadora de Guerrero, Evelin Salgado, y con la secretaria de Gobernación, Luisa Alcalde", señaló la secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto, en su posicionamiento sobre lo que sucederá con dicho Centro, después de que la semana pasada el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, anunciara que se convertirá en un cuartel militar y que la titular de la Secultura de Guerrero, Aída Martínez Rebolledo, dijera que será un módulo turístico operado por la Guardia Nacional.
"Es una dolorosa oportunidad la que nos dio el huracán Otis para reconfigurar ese espacio en plenitud como cultura. Gracias a la familia que dona ese terreno que no puede perder su vocación inicial, que es la cultura".
Frausto también precisó que la gobernadora está buscando alternativas para reubicar a la Guardia Nacional: “El pueblo de Acapulco y todos estamos agradecidos con la Guardia Nacional, por su actividad y su labor que es vital. También por la labor vital de paz que construye la cultura, de prevención de las violencias que construye la cultura. Hay que buscar la solución para que este lugar regrese a su vocación inicial que es la cultura. De parte de la Secretaría de Cultura, vamos a dar lo que esté de nuestra parte para que eso se pueda lograr” concluyó.
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Sobre la realización de las Mesas de Paz, el enlace de la Secretaría de Cultura federal, Manuel Zepeda, explicó que Frausto no participa en ellas y que el acuerdo fue hecho entre la gobernadora de Guerrero, Evelin Salgado, y la secretaria de Gobernación, Luis Alcalde.
A pesar de que Frausto mencionó durante una entrevista para el noticiero Al Tanto Guerrero que el tema iba a ser tratado ayer en la mesa de Construcción de Paz, al cierre de edición, el gobierno del Estado no realizó pronunciamiento alguno sobre lo que sucederá con el Centro Cultural Acapulco; durante otro evento programado en la agenda de la gobernadora tampoco hubo pronunciamientos al respecto.
Además, el periódico El Sur registra la protesta de un grupo de comerciantes establecido al interior del Centro Cultural. Junto a la entrada del estacionamiento del inmueble, este grupo colocó mantas con mensajes de denuncia por malos tratos, hostigamiento y la intención de no permitirles permanecer en dicho espacio.
Un dato fundamental para entender la polémica alrededor del Centro Cultural es, como registra el portal MA- noticias, que hace 49 años Wolfgang Schoenborn Stuertz, empresario alemán naturalizado mexicano, le donó al gobierno de Guerrero un terreno que mide más de 11 mil metros cuadrados, con la condición de que éste fuera utilizado para actividades culturales; allí se construyó el Centro Cultural, por lo que permitir actividades militares, violaría el acuerdo original. Sin embargo, la crítica de arte María Minera afirma, en entrevista, que “hay diarios locales que dan cuenta de que allá adentro ya hay armas”.