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Restos de 2 mil 700 años de antigüedad fueron descubiertos en el parque arqueológico de Selinunte , en la isla italiana de Sicilia, considerado el más grande de Europa, según dieron a conocer expertos de la Universidad de Camerino.
Fabio Pallotta, geólogo que participó en las investigaciones, explicó que los restos fueron detectados con el uso de una termocámara de alta sensibilidad cargada sobre un dron, que sobrevoló el área arqueológica de Selinunte y detectó anomalías que resultaron ser estructuras sepultadas.
Tales restos se encuentran abajo de lo que queda de Selinunte, una antigua ciudad griega al sur de Sicilia, que en el periodo clásico fue un importante centro comercial de la Magna Grecia (el territorio ocupado por los griegos en el sur de la península italiana y en Sicilia) y según Pallotta se espera sacarlos a la luz.
Explicó que también fueron descubiertas tuberías construidas por los griegos a través de las cuales el agua llegaba a las casas y a los lugares de culto, además de la más antigua estatuilla de Hekate, diosa de origen indoeuropeo incoporada por la mitología helénica.
“Nosotros adoptamos las técnicas de investigación típicas de la geología y las aplicamos en apoyo a la arqueología”, señaló. Dijo que el punto de partida fue la consideración de que la naturaleza no miente, sus restos no se pierden y se pueden interpretar y conocer. Aunado a ello, agregó, las civilizaciones suelen existir por consenso biológico, lo que significa que crean paisajes sociales acordes con los naturales, por lo que las obras humanas pueden ser también eternas.
“Luego de haber hecho una profunda investigación documental, nos dedicamos a la interpretación geológica del paisaje natural”, dijo. Según Pallotta, sus investigaciones permitieron descubrir que bajo el parque arquelógico de Selinunte, de aproximadamente un kilómetro cuadrado, hay restos por lo menos tres veces más extensos y que la ciudad antigua nació sobre tres promontorios que se asomaban al mar, lo que permitió los intercambios comerciales.
“Crearon una ciudad muy visible desde el mar. Los tres promontorios estaban rodeados de lagunas que nosotros descubrimos y que se convirtieron en los puertos naturales de la ciudad”, dijo. Y como en los últimos milenios el paisaje ha cambiado, indicó que también pudo determinarse la existencia de un valle atravesado por un río que llegaba hasta lo que hoy es Palermo, la capital siciliana y que era una importante vía de comunicación.
La particularidad de los ríos y lagos es que eran fuentes de agua potable que llegaban hasta el mar y en cuyos alrededores se construyeron templos que con los nuevos descubrimientos podrán salir a la luz. También fueron encontrados jarrones, objetos ornamentales, estatuas y una flauta, además de que fueron reconstruidas en tercera dimensión las casas de época clásica y fue reproducida virtualmente la fachada del Templo, el más antiguo de la ciudad, en estilo dórico.
“Selinunte era la megalópolis de la Sicilia ocidental y por primera vez estamos reconstruyendo el ambiente natural en el que fue fundada y la hizo grandiosa”, dijo por su parte Enrico Caruso, director del Parque Arqueológico de Selinunte y Cave di Cusa. Resaltó que ese ambiente permitió que la urbe floreciera en dos siglos, pero también permitió su destrucción en el año 409 antes de Cristo por manos de los cartagineses, que la doblegaron con un asedio que duró solamente nueve días.
Tras ese desastre, Selinunte volvió a ser habitada hasta que durante la primera guerra púnica, en torno al año 250 antes de Cristo, los cartagineses trasladaron su población a Lilibea.
sc