Aunque en sus discursos la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum, una y otra vez dice que será el Comaep —Comité de Monumentos y Obras Artísticas en Espacios Públicos— el que tome las decisiones sobre las esculturas en el espacio público, los hechos del fin de semana volvieron a mostrar quién decide en materia de esculturas, y más en la turística avenida Reforma. Porque —a no ser que los integrantes de Comaep se hubiera reunido de urgencia la noche del sábado— quién, si no el gobierno decidió borrar las pintas de la antimonumenta en glorieta —renombrada como “Glorieta de las Mujeres que Luchan”—. Entonces, nos preguntan, ¿por qué la tarde del sábado Sheinbaum dijo que iban a evaluar, a platicar con las autoras de la antimonumenta y a revisar, si unas horas después, en lo oscurito, borrarían las pintas? Pues ayer reitiró sus dichos: la glorieta será para una escultura de la mujer indígena. A ver si en el Comaep alguien se acuerda de que también hay un olvido histórico de las mujeres que en todo el país, indígenas y no indígenas, han enfrentado violencias, represión y revictimización.
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