La fuerza que ha cobrado un movimiento mundial ultraconservador contra la homosexualidad, la reproducción asistida, el aborto, las identidades sexuales disidentes (personas trans, no binarias, queers), e incluso el resurgimiento de la creencia de que sólo existe la diferencia sexual anatómica (hombres y mujeres), llevó a la antropóloga e investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM, Marta Lamas, a idear un libro para hacer una defensa urgente de la noción de género y de la idea de la condición humana más diversa e incluyente, pero que también ponga a discusión el peligro de gobiernos como los de Estados Unidos, El Salvador y Argentina, que pretenden “borrar” la mención de género de todos los documentos o trabajar sin esa perspectiva.
De esas preocupaciones nació el libro "¿Ideología de género? Disputas políticas sobre la diferencia sexual", publicado por Taurus, que la antropóloga y feminista no pensó como un libro académico dirigido a sus colegas, sino como una obra divulgativa que pueda llegar a todo público y en la que expone y pone a debate esa “discordia” en torno a lo que se califica como “ideología de género” y trata de dilucidar varias preguntas: ¿Qué está pasando?, ¿por qué los embates de políticos, periodistas, miembros de la iglesia e incluso sectores del movimiento feminista?
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¿En qué punto estamos en materia de género y de diversidad sexual?
Sigue habiendo una confusión sobre qué es género. Hay en este tema de veras una ignorancia sobre lo que ha sido la aportación de este concepto género, y luego de la perspectiva de género y las políticas de género. Hay muchas personas que no han seguido el debate sobre género, sobre diferencia sexual y que les puede interesar el recorrido que hago. Es un libro de divulgación, seria, intelectual, pensado en público abierto.
¿Para un debate primero se requiere información?
Hay un tema con el conocimiento de entender qué es género y luego de entender la complejidad somos seres humanos biopsicosociales, somos cuerpos, pero también somos psiquismo con inconsciente y también somos la cultura de nuestra sociedad y del momento histórico que nos tocó vivir.
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¿Es fundamental en este momento entender qué es la ideología de género?
Se ha ido colando un discurso que además ha aprovechado preocupaciones absolutamente válidas de la gente sobre la familia, sobre los hijos y ha surgido esto de ‘con mis hijos no te metas’. Decir que la ideología de género va a permitir que los pedófilos lleguen a las escuelas y que vayan a pervertir a los niños es un error, se vuelve en el discurso de los grupos ultraconservadores una amenaza para la gente común y corriente.
¿Hemos ido en retroceso, mucho desde Estados Unidos?
No nos ayuda para nada que el presidente Donald Trump, en Estados Unidos, haya dicho esta barbaridad, que fue uno de sus primeros decretos presidenciales el 20 de enero, de que hay que borrar género de todos los documentos como si fuera un tema de moda o fuera que de repente alguien puede decidir que la realidad no existe, como género no existe. Es una pena y eso siempre pasa con las disputas políticas, es el nivel de negación sobre el conocimiento.
Me impresiona la producción deliberada de ignorancia. El año pasado, tanto Bukele en El Salvador y Milei en Argentina dijeron que sus gobiernos no iban a tener perspectiva de género, yo dije, “A ver, ¿en qué momento aparece la perspectiva de género?, o sea, el concepto nuevo de género aparece a mitad de los años 50 en el campo de la psicología médica, en los 70 va a pasar a las ciencias sociales con las feministas académicas, antropólogas, sociólogas y demás. Y en los 80, finalmente, en las políticas públicas se va a hablar de lo que se llamó la transversalización del género gender mindset streaming, que era meter el tema, que se visualizara el género en el campo de las políticas públicas, y entonces el Banco Mundial y la ONU y todo mundo empezaron a hablar de la perspectiva de género.
Nos hemos tardado 40 años para que la perspectiva de género en las políticas públicas sea una realidad como para que vengan dos presidentes como Milei y como Bukele, a decir que lo van a quitar. ¿De qué se trata? O sea, como que hay un tema de veras de la ignorancia sobre lo que ha sido la aportación de este concepto género y luego de la perspectiva de género y las políticas de género.
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¿El libro ilumina esos temas que mal entendidos se ven como amenazas?
En el libro trato de ensamblar varias historias, por un lado, este surgimiento de la categoría, pero luego las disputas que ha habido también para que la gente entienda cuál es la diferencia entre diferencia sexual y género. Hace 30 años, en la Cuarta Conferencia de la Mujer en Beijing, por primera vez El Vaticano pidió públicamente que se quitará el término género de los documentos de Naciones Unidas; y 30 años después quien le hace caso es Trump. Eso nos pone a pensar ¿qué hilo conductor del Vaticano en el 95 llega con Trump al 2025?
Busco mostrar esa historia que Monsiváis llamaba las batallas culturales, estas ideas sobre qué es un hombre, qué es una mujer y por qué ahora en el movimiento feminista también hay una disputa sobre quién es mujer, este rechazo a las mujeres trans. Hay grupos de feministas que dicen, “pues una mujer tiene que tener útero y menstruar”, pero yo digo: “A ver, Simone de Beauvoir a mitad de siglo XX dijo que no se nace mujer, sino que se llega a ser mujer con un proceso psíquico y con un proceso cultural. ¿Cómo es que de repente brincamos de nuevo al tema de la biología? Cuando además hoy en día si algo nos muestra la biología es que hay más de dos sexos, que hay muchas formas de ser mujer, hay muchas formas de ser hombre y hay muchas formas de ser un ser humano que no se siente ni mujer ni hombre y que tiene que tener los mismos derechos humanos.
¿Cómo contrarrestar estas fuerzas antigénero, antifeministas, antirracialesy antiderechos humanos?
Con diálogo, con análisis, con reflexión, con debate en público, en comunidad. Hay que entrarle a todos los niveles, este es un libro para gente que lee. Yo debería de tener la capacidad de hacer TikTok, pero no sé hacer esas cosas, pero habrá otras personas que lo hagan por mí, y hay que entrar a las redes, yo no estoy en las redes, yo no tengo Twitter (hoy X,) pero tengo claro que esto necesita un debate público, una conversación pública sobre qué es esto del género. Pongo el ejemplo del velo y pongo el ejemplo de la paridad, porque no solamente es un tema de “vamos a poner más cuotas para mujeres”, sino que es un tema de cómo vamos a reorganizar la sociedad entre hombres, mujeres y personas que no se identifican ni con ser hombre ni con ser mujer, pero que son seres humanos. Y entonces esa discusión política que tiene que ver con el género es la que tenemos que impulsar que se dé en los partidos.
Qué suerte que tenemos un gobierno que sigue respaldando la perspectiva de género, la Corte hizo hasta manuales de cómo juzgar con perspectiva de género. En México no ha habido todavía a nivel gubernamental, de las altas esferas, una reacción como la que tuvieron Milei, Bukele y Trump, al contrario, nuestros gobernantes y nuestros jueces sí han entendido de qué va el género, pero lo tiene que entender la población también y lo tienen que entender también nuestros intelectuales que no están metidos en la discusión de género y las personas comunes y corrientes.