Se fue Irma Eréndira Sandoval de la Secretaría de la Función Pública, pero dejó una larga lista de pendientes en todas las áreas de la Administración Pública, y la Cultura no fue la excepción. En nombre de la 4T y enarbolando la espada de “la lucha contra la corrupción”, la polémica funcionaria abrió expedientes de investigación, generó acusaciones, agredió a intelectuales, se empeñó en sancionar revistas y a exfuncionarios culturales, pero se hizo de la vista gorda en otros casos. Se fue Irma Eréndira, o “la fueron” como dirían los clásicos, pero dejó sobre su escritorio varios casos por culminar: ¿qué pasará con la investigación a Sanjuana Martínez, directora de Notimex, por acoso cibernético, que durante la gestión de Sandoval nunca prosperó?, ¿será que ahora sí podrán fincarse responsabilidades contra Sanjuana Martínez ya que no está su amiga al frente de la Scretaría de la Función Pública? Por otra parte, ¿podrán gestionar los implicados una revisión contra la sanción por cerca de 20 millones de pesos y la inhabilitación “sin precedentes” por diez años contra la exsecretaria de Cultura federal, María Cristina García Cepeda, y dos funcionarios de su equipo, el ex Oficial Mayor Francisco Cornejo y la exdirectora general de Administración, María Eugenia Araizaga? E incluso, ¿qué pasará ahora con la revista Nexos, que fue inhabilitada por dos años, por Sandoval, para tener cualquier publicidad del sector público, y que fue multada a pagar casi un millón de pesos? ¿Será que habrá una revisión a las revisiones de “corrupción estructural”, donde el de Nexos, fue uno de los casos de supuesta “corrupción” que Sandoval persiguió con empeño? Y al final queda una pregunta más: ¿habrá sanción para la sancionadora?
¿Qué parte de la historia le creemos a Arath de la Torre?
Después de que ridiculizó a los Voladores de Papantla en un comercial de Moneyman y enfatizó el desinterés que le generan, ayer Arath de la Torre aseguró que tiene una profunda admiración por ellos. Así lo dijo en sus redes sociales, aunque antes se había negado a reconocer su error. ¿Qué versión suya tomamos en serio?