Luego de 11 años, Cuauhtémoc Medina deja el cargo de curador en jefe del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC). En ese periodo han habido cambios de directores del recinto, pero Medina se mantuvo al grado de que su imagen se asoció inmediatamente al museo dentro de los círculos del arte nacional e internacional.
Ayer, el MUAC anunció el fin del ciclo de Medina para darle la bienvenida a Lucía Sanromán, quien desde 2019 ha sido directora del Laboratorio de Arte Alameda.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Medina dice que su estancia en el MUAC ha sido “una experiencia fabulosa” y reconoce que no puede decir en palabras lo mucho que le ha gustado trabajar ahí, sin embargo, reconoce que su momento llegó: “Un museo de arte contemporáneo no puede estar habitado de momias y fantasmas”.
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Medina explica que su salida del museo es algo que se planeó hace más de un año, desde que Amanda de la Garza dirigía el museo (a inicios de año ella asumió la subdirección del Museo Reina Sofía). Este es un proceso de “renovación institucional”, indicó el MUAC. que hoy dirige Tatiana Cuevas.
“La posición de un curador en jefe de un museo de arte contemporáneo no se puede momificar. Debido al ritmo que tienen las organizaciones universitarias, se necesita hacer el cambio en un momento temprano de un rectorado, porque nosotros estamos prácticamente programados hasta 2026, 2027, entonces quien entra, Lucía Sanromán, en realidad va a tener los siguientes dos años para aclimatarse y plantear hacia dónde debe ir la institución junto con Tatiana Cuevas”, dice Medina.
Agrega que el cambio se ha dado de forma muy ordenada porque no se debe a ritmos políticos, sino a la madurez institucional del MUAC; y lo aclara, porque, dice, en México, de una forma “autodestructiva” se sigue ligando los cambios culturales a “la lotería cultural”.
Medina se enfocará en su labor como investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas, cargo que compaginó con su trabajo en el MUAC. Explica que le entusiasma retomar el ritmo académico, así como finalmente concluir tres libros que tiene a medio escribir. Y su curaduría se seguirá viendo en tres exposiciones pendientes a inaugurar en el MUAC y en otros espacios.
El curador, quien también ha destacado por ser miembro activo en la opinión pública sobre el manejo de las artes y cultura en el país, reconoce que le parece tentador retomar su labor de crítico de arte, una que dejó al ingresar al MUAC. Señala que en este periodo le tocó ser objeto de crítica y ahora regresaría como “civil”, aunque dice que lo sigue meditando porque la edad es un factor que considera importante para ejercer ese trabajo:
“Al ser curador uno representa la institución. Me parece una gran liberación ahora ser agente libre. Lo primero que hice al ser nombrado (en el MUAC) fue abandonar ser crítico público. Es una de las cosas que quiero retomar, pero no se bien a qué manera, tengo el vicio de ser estratégico. También en eso cuenta en dónde estoy en mi vida, en mi edad (...), es un tema que importa, hay una parte del arte contemporáneo que naturalmente responde a un momento cultural distinto al mío. Estamos en un momento distinto, hay una agenda artística que quizás de una manera que no es lo mío, pone énfasis en la identidad en lugar de la complejidad intelectual del artefacto artístico, lo cual supone que sería muy lamentable apoyarse en el acompañamiento textual de alguien ya mayor. Estoy un poco en la situación de pensar bien a bien qué forma debe tomar hacer crítica de arte de manera cotidiana. No represento, sino todo lo contrario, la apertura de una opción nueva”.
Medina también dice que la estructura de crítica de arte y periodismo ha “sufrido una conmoción” y puso contra la pared el modelo del negocio, por lo que la crítica de arte desapareció de los medios tradicionales y ahora se da en redes sociales.
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Sobre si es un reto dejar un trabajo que tanto le gusta, Medina indica que su profesión de curador le ha enseñado que todos los proyectos tienen final y se dice satisfecho y contento por la sensación de que el trabajo que hizo en el MUAC tiene “redondez” y por haber contribuido en la reputación del museo a nivel internacional.
Su salida también representa “confiar en la aventura de que la subjetividad no está definida”.
Además del Laboratorio Arte Alameda, Lucía Sanromán fue directora de artes visuales y curadora general del Yerba Buena Center for the Arts (YBCA) de San Francisco (2015-2018), y cocuradora de la bienal de SITE Santa Fe SITELines, 2014: Unsettled Landscapes. Fue curadora asociada en el Museum of Contemporary Art San Diego de 2006 a 2011. La nueva curadora en jefe asumirá el cargo el próximo 4 de noviembre.