En el relato del periodista israelí Amir Shuan , quien siguió a Andrés Roemer y contó en el programa “Hazinor”, de Channel 13, cómo fue detenido y liberado el mexicano, sorprende el argumento con que Roemer consiguió su liberación: que era diplomático .
Andrés Roemer –quien cuenta con más de 60 denuncias, de las cuales 16 se han presentado formalmente de quien existen ocho carpetas de investigación en la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México , y que se encuentra en Israel– no es diplomático. El pasaporte que tuvo como embajador mexicano ante la UNESCO fue cancelado en 2016 cuando fue destituido de su cargo por violaciones a la Ley del Servicio Exterior Mexicano en el proceso de votación sobre la preservación del patrimonio cultural y religioso en Jerusalén oriental . Pero además, Roemer nunca ha sido miembro del Servicio Exterior Mexicano , si bien, antes de la UNESCO fue cónsul en San Francisco de donde, por cierto, se iba a Puebla a La Ciudad de Las Ideas , es decir cobraba en los dos, algo que no era permitido.
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El ahora prófugo, nos cuentan, ha sabido tener amigos en la Cancillería , y lo ha presumido. Por cierto, nos preguntan: ¿puede cualquier ciudadano ir por el mundo argumentando que es diplomático? Sería bueno que en Relaciones Exteriores respondieran esa pregunta.
fjb