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El ensayista e historiador mexicano José Luis Martínez fue recordado con un homenaje póstumo por la Academia Mexicana de la Lengua , con motivo del centenario de su nacimiento que se cumplió el 19 de enero pasado.
Fue un niño imaginativo, que desde temprana edad tuvo el gusto por la lectura y la escritura, se explicó durante la ceremonia realizada en el Foro Polivalente "Antonieta Rivas Mercado" de la Biblioteca de México, en la Plaza de la Ciudadela.
La gestión de Martínez como director de la Academia coincidió durante algunos años con su ejercicio como director del Fondo de Cultura Económica y desde esa posición él pudo llevar a cabo una agenda muy precisa relacionada con ciertas cuestiones de la historia de la literatura mexicana, con los intereses de la Academia Mexicana de la Lengua.
“Alguna vez escuché que él no trabajaba como una hormiga, sino como un ejército de hormigas y fue cierto, cómo explicar la revisión de las más de 50 revistas literarias modernas que se realizaron en el Fondo por su iniciativa”, declaró el ensayista Adolfo Castañón.
Agregó que Martínez abrió las puertas de su casa para sacar las revistas de los estantes y de las cajas para que fuesen abiertos en las mesas de la editorial; la iniciativa no dejaba de tener su audacia.
“Era necesario pasar el escepticismo del aparato comercial que pensaba que el proyecto no tenía ningún futuro y que las revistas literarias se quedarían en el almacén y no se venderían; actualmente todas están agotadas”.
La iniciativa de Martínez, sin embargo, se dio en un contexto muy particular en el cual el interés por la vida literaria expresadas por algunas revistas floreció en aquellos años por las ediciones en España de ciertas publicaciones.
De igual manera este homenajeado se empeñó en que se tradujera en latín la “Retórica cristiana”, el primer libro de un mexicano impreso en Europa.
“Aunque quería que la obra estuviera lista para el cuarto centenario de la publicación de la obra, en el 79 en coedición con la UNAM fue lanzada 10 años más tarde”.
José Luis Martínez se ocupó que ciertas obras clave estuvieran disponibles y a la mano, como las de Ramón López Velarde, Alfonso Reyes, Xavier Villaurrutia, Manuel Gutiérrez Nájera, por mencionar algunos.
akc