Cerca de las seis de la tarde, al salir del metro Zócalo, el ajetreo del Centro Histórico todavía se siente. Los típicos puestos ambulantes invaden las aceras con todo tipo de productos y se pierden a la vista con el transitar de cientos de personas que entran y salen de la estación del metro.
Un poco más atrás, se puede ver una valla de seguridad en la entrada de la calle Moneda, pero, a diferencia de otros días, no hay policías desviando a las personas a otras calles. La valla permanece, pero no los militares que, como de costumbre, resguardan la entrada del Palacio Nacional, epicentro de la política en México desde que el expresidente Andrés Manuel López Obrador convirtió al histórico recinto en su zona de conferencias y hogar.
Pero esta noche es diferente. Hace una semana, los titulares de los museos que se encuentran en Moneda, como el Museo Nacional de las Culturas del Mundo, El Ex Teresa Arte Actual, el Palacio de Autonomía, el Museo UNAM Hoy, el Museo Nacional de San Carlos y la Casa de la Primera Imprenta unieron sus voces para denunciar una problemática compleja: la poca afluencia de visitantes por los aparatosos filtros de seguridad de Palacio Nacional por ser la morada de la presidenta Claudia Sheinbaum.
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Aunado a eso, la calle se inunda de vendedores ambulantes, quienes colocan sus puestos en medio del paso y entorpecen la circulación. Contrario a lo esperado, la calle Moneda y las aledañas se han vuelto inseguras de noche, una problemática derivada del comercio informal.
Sin embargo, este 29 de enero, se llevó a cabo la primera Noche de Museos del año, una jornada especial para los recintos culturales de Moneda, que unieron esfuerzos y organizaron actividades especiales para fomentar las visitas y hacer frente a los cierres de la calle, el comercio informal, la inseguridad y hasta la acumulación de basura.
Uno de los actos destacados de esta noche fue la apertura momentánea de la Casa del Mayorazgo de Guerrero (Moneda 16), en la cual se pudo apreciar un mural de Rufino Tamayo poco visto por los apasionados del muralismo mexicano.
Esta primera visita congregó a 50 personas de todas las edades, quienes no fueron interceptadas por filtros de seguridad o militares que les impidieran el paso.
En el tema del comercio informal, los puestos ambulantes se retiraron a las 6 de la tarde, lo que permitió que la circulación de la calle transitase de forma normal y sin complicaciones.
Otros museos como el Palacio de Autonomía y San Carlos lucían con filas para las diferentes actividades, entre recorridos a las salas y algunas presentaciones de colectivos.
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Pero el museo que más acaparó la atención fue el Ex Teresa Arte Actual, que ofreció un performance del artista contemporáneo César Martínez. Una larga fila de aproximadamente 150 personas se apreció media hora antes de la presentación de Martínez, quien llenó la sala donde presentó su obra performática.
Cerca de las 8 de la noche, la calle Moneda lució, por primera vez en varios años, como un corredor cultural, a diferencia de los días habituales, una calle cercada y vigilada por los militares que resguardan Palacio Nacional.
Los directores de los museos esperan que esta primera Noche de Museos muestre el potencial de calle, y apuntan a la organización con las autoridades federales para evitar cierres viales y una mejor organización de los puestos ambulantes.
Casi a las 21:00 horas, la calle comenzó a vaciarse.
melc