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Hoy culminó la “vida plena y fructífera” de Alfredo López Austin (12 de marzo de 1936, Ciudad Juárez, Chihuahua – 15 de octubre de 2021, Ciudad de México), un historiador que centró sus estudios en la cosmovisión prehispánica acerca del cuerpo humano y las “nociones de responsabilidad social de los grupos humanos, la moral del individuo y los vínculos de ésta con las concepciones acerca de las almas, así como la oralidad de los mitos y su representación en las imágenes ”.
Sin embargo, la Historia fue su segunda carrera, pues primero estudió Derecho, de 1954 a 1955, en la Universidad de Nuevo León, mismos que continuó en la Facultad de Derecho, de la Universidad Nacional Autónoma de México, de 1956 a 1959, y obtuvo el título en licenciado en Derecho con la tesis “La Constitución Real de México Tenochtitlan”.
En el Templo Mayor. Arriba, de izquierda a derecha: William Saturno, David Grove, Eduardo Matos Moctezuma, Amparo Robles, Leonardo López Luján, Patricia Plunkett, William L. Fash, Joanne Pillsbury, Barbara Fash y Ann Cyphers. Abajo, de izquierda a derecha: Rex Koontz, Gabriela Uruñuela, George Bey, Alfredo, Zoltan Paulinyi y William Ringle. Foto: Cortesía del archivo familiar de Leonardo López Luján.
Ahí en la máxima casa de estudios, López Austin continuó con su formación académica, pues de 1965 a 1968, estudió la licenciatura en Historia, en la Facultad de Filosofía y Letras. Se graduó con la tesis “Estudio acerca del método de investigación de Fray Bernardino de Sahagun : los cuestionarios”.
Su interés en la historia lo hizo continuar con la maestría de 1968 a 1970 y el grado lo obtuvo con la tesis “Hombre-Dios. Religión y política en el mundo náhuatl”, que tiene fecha de junio de 1972.
A la par de sus estudios en la Facultad de Filosofía, López Austin ingresó como investigador del Instituto de Investigaciones Antropológicas, institución académica en la que estuvo adscrito y que lo despidió con un mensaje en el que lo describió como “un maestro, mentor, amigo, colega y consejero. Siempre fue un hombre generoso con su tiempo y conocimiento. Sentiremos su ausencia en el Instituto, la Universidad y desde luego en nuestra vida”.
López Austin también obtuvo el grado de doctor en 1980, con la tesis “Cuerpo humano e ideología: Las concepciones de los antiguos nahuas”.
Si bien estuvo como investigador en la UNAM, indicó el Instituto de Investigaciones Antropológicas, también impartió cátedras en el posgrado de Antropología, en la Escuela Nacional de Antropología, El Colegio de México, en el Centro de Investigación y Docencia en Humanidades del Estado de Morelos y en la Universidad Iberoamericana.
También fue profesor e investigador en universidades de España, de Francia, así como de la Escuela de Ciencias Culturales de Tokio, y de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos Lima, entre otras.
Año 2000. Emérito. Con Juan Ramón de la Fuente. Foto: Cortesía del archivo familiar de Leonardo López Luján.
A la par de sus investigaciones, López Austin elaboró libros como "Dioses del norte, dioses del sur: Religiones y cosmovisión en Mesoamérica y los Andes", en coautoría con Luis Millones; Mito y realidad de Zuyuá, en coautoría con Leonardo López Luján; y "Monte sagrado-Templo Mayor. El cerro y la pirámide en la tradición religiosa mesoamericana", que también realizó en conjunto con su hijo, actual director del Proyecto Templo Mayor.
Año 2009. Eduardo Matos Moctezuma, Alfredo y Antonio García de León. Foto: Cortesía del archivo familiar de Leonardo López Luján.
Esa trayectoria prolífica lo hizo acreedor a diferentes premios, como es el Premio Universidad Nacional en el área de investigación en ciencias sociales, sino también por instituciones académicas de Japón, de Italia y de Polonia.
En 2011, recibió los premios “Linda Schele” por contribuciones sobresalientes acerca del arte y la cultura Mesoamericanos, reconocimiento que otorga la Universidad de Texas en Austin. En 2012 recibió de la Universidad de Harvard la “Medalla H.B. Nicholson” a la excelencia en estudios mesoamericanos. Por su larga y encomiable trayectoria se le otorgó la distinción Investigador Emérito 2000”, informó el Instituto de Investigaciones Antropológicas.
El último reconocimiento que recibió fue el Premio Nacional de Artes y Literatura 2020 en el campo de Historia, Ciencias Sociales y Filosofía, la máxima distinción que otorga el gobierno mexicano.
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