Más Información
La violencia desatada la tarde del pasado sábado en el estadio de futbol Corregidora, en el partido entre los equipos Gallos Blancos de Querétaro y el Atlas de Guadalajara, ha generado una reprobación unánime entre los escritores aficionados al deporte de las patadas, pero incluso quienes no lo son. El llamado es unánime: la demanda es que haya justicia, que no prevalezca la impunidad y que haya sancione a la ciudad de Querétaro y a México a niveles internacionales.
A través de redes sociales, escritores y editores que son aficionados al futbol reprobaron la violencia en la tribuna y en las canchas del estadio de Querétaro y exigieron acciones por parte de las autoridades. Nicolás Cuéllar , editor de Dharma Books dijo que los pasos inmediatos y urgentes deberían ser en principio tres:
"1) Sanción (desconozco las reglas de desafiliación) nunca antes vista al Querétaro y al inmueble.
2) Todo el peso REAL de la ley a las autoridades responsables de la tragedia.
3) Esclarecer, por respeto y por justicia, la situación de los aficionados.”, señaló a Cuéllar, a través de Twitter donde agregó desde la noche del sábado: “¿Por qué se están jugando los partidos? Hubo aficionados muertos. Familia corriendo por su vida que tuvieron que invadir la cancha. Autoridades sumisas ante los hechos violentos. Ya había antecedentes de conflictos entre aficiones y no hubo garantías para nadie. Muchos culpables.”
El editor aseguró: “Mataron a aficionados del Atlas en Querétaro. Así. Que nunca se olvide este día negro, oscuro, repugnante. Se me revuelve el estómago. La podredumbre del país ya llegó a la Liga MX. Estaba viendo el partido en vivo y nunca vi a un solo elemento de seguridad defender a la afición.”
Por su parte, el escritor y ensayista José Homero escribió: “¿Y todavía nos ofende que en el mundo seamos ejemplo de país corrupto, criminal y peligroso? Los crímenes de los aficionados de Querétaro deberían bastar para que esa ciudad no vuelva a tener futbol. Querétaro debe ser desafiliado y castigarse a los responsables: desde la directiva del club por no tener seguridad hasta los aficionados culpables de asesinato. Si @MikelArriolaP no hace nada, estos crímenes serán también suyos.”
El cuentista y novelista Emiliano Monge, también a través de Twitter señaló: “Hay más heridos en cualquiera de las imágenes que circulan en redes que en el recuento de protección civil del gobierno de Querétaro. Eso también es parte del problema. Querer negar las tragedias con informaciones falsas, de parte de una autoridad que debería ser transparente”.
El autor de “Tejer la oscuridad” y “El cielo árido” dijo también: “Muertos a golpes en un estadio. La violencia convertida en ecosistema. Caminamos por sus pasillos, encogidos. Nos dividimos entre los que han sido cegados y los que no quieren ver. Pero esta es su espeluznante dimensión y no puede esconderse bajo ninguna alfombra o discurso.”
Juan Pablo Villalobos, el autor de “Si viviéramos en un lugar normal” escribió: “¿Qué hacemos con estas ganas de llorar, esta rabia, esta vergüenza, al ver los videos de la pelea en el estadio de Querétaro? Concluir que eso es una muestra del hundimiento total del país no sirve de nada, al contrario, nos deja indefensos emocional e intelectualmente. No se trata de negar el horror; el horror existe, es real. Se trata de negarse a aceptarlo como algo inevitable.”
El narrador de Jalisco que radica en España, agregó: “Nos urge una pedagogía de las imágenes de violencia extrema para que no nos produzcan solo este horror paralizante que nos lleva a diagnósticos apocalípticos y nos quita toda esperanza. Hay que cuestionar las imágenes: ¿por qué?, ¿quién es culpable?, ¿cómo podría haberse evitado?”
En tanto que la escritora, Brenda Lozano, escribió: “Uno de los problemas es que en los medios se suele seguir hablando de “pasión” para hablar de la violencia. A los feminicidios antes se les llamaba “crímenes pasionales”, lo ocurrido en el estadio no fue causa de una afición apasionada. No es pasión, es violencia.”
La ensayista, poeta y académica Malva Flores , escribió “¿En qué nos hemos convertido? Qué jodido todo y qué triste.”; en tanto que el ensayista y narrador David Miklos apuntó: “¿Cómo? ¿Qué otra vez no hay muertos porque no hay cuerpos? Vaya. Seguimos allí. Y seguiremos, por lo visto.”; por su parte, el escritor Alejandro Vázquez Ortiz señaló: “Violencia + posverdad. Las imágenes están ahí para quien tenga estómago para verlas. Es algo que no se puede minimizar. #SuspendanLaLigaMX”.
Uno de los problemas es que en los medios se suele seguir hablando de “pasión” para hablar de la violencia. A los feminicidios antes se les llamaba “crímenes pasionales”, lo ocurrido en el estadio no fue causa de una afición apasionada. No es pasión, es violencia.
— Brenda Lozano (@heraclesmigato) March 6, 2022
También los narradores L. M Oliveira y Jaime Mesa se sumaron a la petición de suspender la Liga MX. Oliveira escribió: “Ya que no podemos suspender el país, al menos suspendan la liga.”
El escritor y periodista Héctor de Mauleón también sumó un apunte histórico a propósito de la violencia del pasado sábado en un partido de futbol: “Mayo de 1985. Ocho muertos por asfixia en el túnel 29 del estadio de Ciudad Universitaria. Se consideró la peor tragedia en la historia del fútbol mexicano, hasta que en la Corregidora vino este estallido de bestialidad y barbarie. La violencia, en todos los rincones de México.”
melc
