Otras formas de ver, ya sea desde cómo un artista le saca provecho a su dislexia, desde la experimentación curatorial para abordar la vida de una reconocida fotógrafa, hasta una nueva forma de pintar, usando la voz como herramienta. Abordar el mundo desde una nueva perspectiva es el hilo conductor que une las cuatro nuevas exposiciones del Museo Jumex, que inauguran este 25 de septiembre.
El recorrido comienza en el tercer piso, con Le Petite Mort, una exposición retrospectiva del artista Gabriel de la Mora (Ciudad de México, 1968). Se trata de 90 obras, realizadas en los últimos 20 años de trayectoria del mexicano, que fue curada por Tobias Ostrander.

“No pude ni dormir de la emoción que me da estar en la mejor exposición en los primeros 30 años de mi carrera”, afirma De la Mora en conferencia de prensa.
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El arte de este artista se caracteriza por usar materiales poco peculiares y en particular reutilizar lo que muchos habrían desechado: cabello humano, cáscaras de huevo, suelas de zapatos, cerillos quemados, marcos de ventanas, plafones de edificios viejos, capas de pintura, telas de bocinas y hasta la plana de letras “m” que hizo en su infancia, como ejercicio para corregir su dislexia. Esta última, que realizó en 1972, considera que fue su primera obra de arte.
“Esta obra levanta la pregunta: ¿cuándo comienza la carrera de un artista?”, plantea De la Mora.
El creador es arquitecto de formación, pero eligió ser un artista, aunque esa primera formación no lo ha abandonado: “Lo podrán ver en la iluminación, el equipo... mi trabajo no se puede entender sin los conservadores ni restauradores”, dice.
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El recorrido está dividido en seis secciones: Cuerpos, donde se presentan las obras en las que el cuerpo es el protagonista de las piezas, como 39-G.M.C-23 sept.07 (2007), un video en el que se puede ver al artista destruyéndose a sí mismo, pero en forma de piñata; o la obra 1951-G.M-25-1993 (2007), que consiste en el retrato de su padre y que, aunque a primera vista parece estar dibujado a lápiz, en realidad está hecho con cabello de su progenitor, el cual obtuvo cuando exhumó su cadáver.
En la sección Borradura se pueden ver plafones de casas de finales del siglo XIX, así como obras de arte falsas.
En Calor se reúnen piezas que fueron expuestas a altas temperaturas, como Introduction (2003-2009), que muestra las primeras páginas de su tesis de maestría quemadas.
En El filo del deseo se agrupan obras hechas con materiales repetidos, como post-its o vidrios de microscopios.
En la sección Tacto se exhibe la fecha y el lugar de la muerte de Gabriel de la Mora, información obtenida mediante una lectura de tarot y escrita con su propia sangre por una vidente, quien entregó su destino en una hoja de papel que el artista nunca ha leído.
Finalmente, en El placer del espectador, De la Mora muestra diversas series de lienzos con mosaicos elaborados con miles de pedazos de alas de mariposas, cáscaras de huevo y otros materiales.

Obras de la Colección Jumex, curada por Kit Hammonds, se encuentra en el segundo nivel del museo y presenta piezas que no se han exhibido al público en la última década, así como adquisiciones recientes, como Volute 2: Listen to the World, de Rafael Lozano-Hemmer, y Look 6, de Bárbara Sánchez-Kane. También se exhiben trabajos de Gabriel Rico, Berenice Olmedo, Teresa Margolles y Hans-Peter Feldmann, que dialogan entre sí al abordar el concepto del tiempo.

El museo también propone otra forma de mirar la vida de una figura icónica como Tina Modotti. El curador Rodrigo Ortiz Monasterio presenta una instalación que examina la vida de la fotógrafa a partir de The Tiger’s Coat, la única película en la que participó Modotti, con el fin de analizar su influencia.
La narrativa de la exposición entrelaza documentos y obras de arte de Edward Weston, Germán Cueto, David Alfaro Siqueiros, Sergei Eisenstein, Danh Vo, Wolfgang Tillmans, entre otros.
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La visita concluye en el sótano, con Notas de voz, donde la artista Elsa-Louise Manceaux propone pintar con la voz, una idea que surgió cuando mensajes de audio de una relación a larga distancia “permearon” su estudio.