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La Procuraduría brasileña
pidió hoy el cierre provisional de seis importantes museos de Río de Janeiro tras constatar que carecen de licencia de los Bomberos para funcionar y de plan de prevención de incendios, nueve días después de que el fuego destruyera el museo más antiguo del país.
El cierre temporal de las instituciones tanto al público como a sus funcionarios fue solicitada por el Ministerio Público Federal de Río de Janeiro en una denuncia civil ante la Justicia, a la que instó a que se pronuncie lo más rápido posible mediante cautelar.
"Ninguno de los museos vinculados al Instituto Brasileño de Museos (Ibram) en la ciudad de Río de Janeiro posee licencia del Cuerpo de Bomberos para funcionar", advirtió la Procuraduría en un comunicado.
El Ministerio Público
, por lo mismo, exigió la intervención del Museo de la República, el Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo Histórico Nacional, el Museo Villa-Lobos, el Museo de la Chácara do Céu y el Museo del Açude.
De acuerdo con la Procuraduría, el Gobierno debe apartar provisionalmente a sus actuales administradores y asumir la gestión, por lo menos hasta que sean implantadas "medidas de prevención contra incendio y pánico".
Agregó que el objetivo de la medida es forzarlos a "implementar planes de prevención de incendios que incluyan todos los aspectos que garanticen la seguridad eléctrica e hidráulica , con el fin de salvaguardar la integridad física de visitantes y funcionarios, así como los patrimonios histórico y cultural de las unidades".
La Procuraduría inspeccionó las instituciones poco días después de que el Museo Nacional de Río de Janeiro, el más antiguo y de mayor acervo de Brasil, fuera reducido a escombros el pasado 2 de septiembre por un incendio que destruyó al menos el 90 % de su colección de 20 millones de piezas.
Las autoridades descubrieron después del incendio q ue el Museo Nacional carecía de licencia de los Bomberos para funcionar, de un plan de prevención de incendios, de una seguro sobre su patrimonio o de una brigada interna de bomberos.
La histórica edificación, inaugurada hace 200 años y que sirvió inicialmente como palacio imperial de Brasil, albergaba el considerado mayor museo de su tipo en América Latina y uno de los cinco mayores en el mundo.
En su acervo figuraban valiosos documentos y piezas únicas, como el esqueleto de Luzia, los restos humanos más antiguos descubiertos en Sudamérica, que databan de hace unos 12 mil años y cuyo destino hasta ahora se ignora.
Entre las mayores pérdidas destaca un conjunto de momias egipcias comprado por el emperador Pedro I, una de las mayores colecciones de fósiles de dinosaurios de América Latina y una colección de arte grecorromano traída a Brasil por la emperatriz Teresa Cristina.
La procuradora de la República en Río de Janeiro, Solange Braga, alegó que los otros museos del Ibram en Río necesitan de medidas urgentes para evitar que se repita "la catástrofe ocurrida en el Museo Nacional y que destruyó la mayor parte de su acervo, con daños incalculables al patrimonio histórico, científico y cultural de Brasil".
El Gobierno brasileño, igualmente en la estela de la polémica generada por el Museo Nacional, anunció la víspera medidas para modernizar los museos del país y estimular las donaciones privadas.
El Ejecutivo informó que creará la Agencia Brasileña de Museos (Abram), una institución sin ánimo de lucro que sustituirá el Ibram y que tendrá como objetivo el desarrollo del sector mediante el perfeccionamiento de los modelos de gestión y gobernanza.
La agencia, según el Gobierno, ejecutará programas y acciones que permitan la preservación de los museos y velará por el aumento de la captación de recursos públicos y privados mediante la asociación con entidades nacionales e internacionales.
akc