En el marco de un nuevo sismo de 7.7 grados con epicentro en Michoacán ocurrido ayer, la Catedral Metropolitana vuelve a reflejar los daños derivados de los terremotos de hace cinco años y la tardanza por parte del Gobierno federal para rehabilitar y restaurar las afectaciones sufridas.
Minutos después del movimiento telúrico de ayer, las autoridades del recinto desalojaron a los visitantes y cerraron puertas. En un reporte preliminar emitido por la Arquidiócesis Primada de México, se informó que “la Catedral presentó algunos desprendimientos pequeños y, tras el temblor, cerró sus puertas al público a espera de una revisión especializada”.
El 6 de septiembre pasado se anunció que cinco años después, la Catedral Metropolitana recibía los recursos equivalentes a 54 millones de pesos para reparar las torres, bóvedas y esculturas que resultaron dañadas por los movimientos telúricos del 19 de septiembre de 2017.
Sin embargo, la Catedral ha sufrido diversas afectaciones, como las ocurridas ayer, debido a los constantes sismos que se registran, al retraso en las tareas de rehabilitación y a los movimientos provocados por los eventos masivos en el Zócalo capitalino.
Entre los daños más importantes que el recinto sufrió aquel martes 19 de septiembre de hace cinco años, están la caída de “Esperanza” —una de las tres esculturas diseñadas por Manuel Tolsá a principios del siglo XIX y que recibía a los visitantes en la puerta principal del recinto— destaca por las afectaciones que sufrió.
El 8 de noviembre de 2017, las esculturas que completan la tríada de Tolsá, “Fe” y “Caridad”, fueron desmontadas con ayuda de una grúa hidráulica y colocadas en la curia de la Catedral, para esperar su restauración, ya que también sufrieron daños derivados de los movimientos sísmicos.
Estas obras contemplaron solamente el mantenimiento al sistema de 179 pilotes de control y en el sistema eléctrico; un proceso de sellado de grietas y fisuras, así como la reposición del sistema de pararrayos.
Sobre el monto para llevar a cabo los trabajos, Arturo Balandrano, director General de Sitios y Monumentos de la Secretaría de Cultura, indicó en entrevista para este diario que los recursos se obtuvieron por parte de la Secretaría de Hacienda en algún momento de la anterior administración, pero no se pudieron usar en un primer momento y se depositaron en el mandato del Fonca para no perder los recursos.
Las autoridades informaron que las obras se realizarían en un periodo de ocho de meses, sin embargo, los trabajos se retrasaron y comenzaron hasta enero de 2021 y concluyeron el 15 de agosto de ese mismo año; los retrasos fueron resultado de conflictos con la asignación de los recursos, además de las problemáticas derivadas de la pandemia, señaló Ricardo Valenzuela, rector de la Catedral.
El pasado 6 de septiembre se anunció por parte de la Dirección General de Sitios y Monumentos y por autoridades de la Catedral que los recursos para una segunda etapa de restauración de la Catedral habían sido asignados; se informó también que las tres esculturas de Tolsá serán rehabilitadas y colocadas en su lugar.
Las obras en esta etapa de restauración contemplan estabilizar y consolidar los elementos estructurales, inyectar las grietas y fisuras, restituir los enlucidos e integrar la estructura, según se dijo en conferencia de prensa.
Estos trabajos son realizados por la empresa Escoda Técnicas de Arquitectura Monumental S.A de C.V.
Balandrano informó que los recursos se incluyen dentro del Presupuesto de Egresos de la Federación 2022, por lo que deben trabajar a marcha forzada para concluir el 31 de diciembre.
“Este nuevo protocolo fue diseñado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y tiene la finalidad de mantener los compromisos que el Fonden había asumido; en el caso del sector Cultura, estamos hablando de 5 mil 900 millones de pesos que están disponibles. Ahora, con la Secretaría de Hacienda, a través de la integración de carteras de inversión, se asignan los recursos para cada una de las entidades federativas a través del Presupuesto de Egresos de la Federación”.
Sobre la Catedral Metropolitana, Balandrano explicó las razones por las que le tomó cinco años a la Secretaría de Cultura asignar los recursos para la restauración. “Afortunadamente, la Catedral Metropolitana no sufrió daños severos; vamos trabajando al ritmo que el patrimonio cultural exige por sus características y especificaciones, es un trabajo lento y reflexivo”.
El funcionario aclaró sobre si se realizarán más intervenciones en el futuro. “El conjunto de la Catedral requiere mantenimiento constante, no olvidemos que el inmueble es propiedad federal, pero está al resguardo de una asociación religiosa; son ellos los que deben de dar los recursos para el mantenimiento diario. El Gobierno federal participa cuando se requieren intervenciones de mayor complejidad técnica, como lo ha sido en el caso de los sismos”.
Aunque las autoridades aseguran que los daños en la Catedral derivados del terremoto de hace cinco años no fueron graves, y se justifica el retraso en las restauraciones, el 11 de agosto pasado ocurrió un sismo que fue perceptible en algunas zonas de la capital y, en ese caso, las autoridades de la Catedral difundieron en redes sociales que el movimiento telúrico dañó cúpulas.
“En las cúpulas se abrió una grieta que, si bien ya la teníamos, con el movimiento se hizo más grande. El recinto sufre estas afectaciones a raíz del sismo de 2017, sin embargo, aunque ya pasamos por una primera etapa de restauración que sellaron las cúpulas de la parte exterior, la Catedral sigue sufriendo afectaciones con pequeños movimientos sísmicos, también con movimientos provocados por eventos masivos en el Zócalo”, comentó Alfredo Martínez, vocero del recinto religioso.
Desde el 12 de septiembre hay trabajadores laborando en distintos puntos de la Catedral.
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